No ha de volver en mí la primavera
-pasaron, es verdad, cincuenta inviernos-;
ni habrán de renacer los brotes tiernos
de juventud, aquella fe primera.
Mas puede que se cumpla la quimera
que es extirpar mis miedos sempiternos
sembrando sueños donde guarecernos,
que crezcan en sutil enredadera
trepando por el alma, por que anime
a ver la claridad del horizonte:
Con la esperanza todo se redime.
Porque me queda el mar, y el verde monte,
el olor de las flores, lo sublime
y algo de candidez para un remonte.
Idella Esteve
(12-04-06)
8 comentarios:
Soneto con versos de esperanza en ese "remonte" que dá título al poema.
Leyendo tus versos me recuerdan otros de una época parecida en el tiempo y son como un eco.
Un abrazo en la noche querida amiga.
Rafael
Siempre hay un verdor en el remanente, una pasión nueva y tal vez diferente, para sentir y ofrecer...
Me encantan tus versos.
Besos y abrazos en mi noche chilena.
Hubo un tiempo, Rafael, en que estuve sensibilizada por cierto tema e iba a él recurrentemente, no me extraña que sientas ecos en los versos.
Un beso en la mañana.
Isabel
Hola, Maritza:
Afortunadamente, por mínimo que sea, siempre queda algo a lo que aferrarse cuando se tiene voluntad y no se quiere perder la esperanza.
Gracias, siempre, por tus lecturas.
Que te llegue mi beso hasta Chile.
Mientras haya primavera en el corazón habrá también esperanzas para ese remonte.
Lindo soneto.
Un gran abrazo
Muchas gracias, Daniel, por tu lectura y tus palabras.
Un cálido abrazo.
Me paseo por tus poemas y descubro una poesía clara y bella,que me deja lo que iba buscando.
Un beso Idella
Me alegro mucho de tu paseo por aquí en esta tu casa y de que te guste.
Un beso para ti, Rubén.
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