lunes, 31 de octubre de 2011

Hoy me acerco a mí



hoy me acerco hasta mí

vengo abreviada
ligera de recuerdos
casi flotando
en una sintonía de anestesia
de mi cuerpo y mi alma
raramente desnuda de colores

me decido a esculpir el nuevo día
sin jirones pasados

un nunca más
de antiguos sentimientos
y dolientes paisajes

codiciosa
de futuras promesas
reflejadas en bruñidos espejos

ausente
de soledades

propicia
a los placeres que se me negaron


y dispuesta a instalarme
allí
donde
habita
la esperanza

Idella Esteve
(31-10-11)

domingo, 30 de octubre de 2011

Llueve el tiempo gota a gota



Llueve el tiempo gota a gota
sobre los charcos del alma
y el interior se convierte
en laguna desbordada
que se sale por los poros
en cuanto despunta el alba.

Ven y ahógate en mi pecho,
duerme conmigo en mi cama;
ven que está creciendo el musgo
al sur de nuestra alfaguara
y no puede detenerlo
el fuego de antigua fragua.
Ven que estoy fría de soles
y empapada de nevadas;
a falta de otro aliciente
puedo cantarte una nana.
Ven que está pasando el día
y la noche también pasa,
que por detrás de las nubes
la luna en silencio habla:
dice que puede haber mieles
en los brotes de retama.
Vente que pasan las horas
sin prisa pero sin pausa,
que nuestro pelo no es negro,
que alborean ya las canas
que ya en la piel no hay tersura,
las carnes se resquebrajan.

Te esperaré en nuestra alcoba,
hago de paciencia gala.
No sea el último encuentro
en el Monte de las Ánimas.

Idella Esteve
(30-10-11)

sábado, 29 de octubre de 2011

Etopeya



yo sé que tengo un tono
que quizás no te guste
cuando canto los versos que me salen del alma

mi voz no es quejumbrosa

es porque soy amarga si cuento de amarguras
si me derramo en bilis es porque soy bilial

mi tesitura es esa
y esa es mi idiosincrasia


a nadie ha de extrañarle
que me rompa
si nunca fui flexible
si yo hasta para algunos
soy émula de piedra
y me azotan los vientos con gran intensidad

mi decir tiene a veces
un tinte desabrido
que esconde el dolorido sentimiento frustrante

mi palabra es entonces un escudo invisible
que disfraza un profundo
deseo de llorar
pero me desvitualla
del recurso impactante
que se supone en otros que inspiran empatía

asómate a mi fondo

Idella Esteve
(29-10-11)

viernes, 28 de octubre de 2011

Lluvia en día de difuntos

De lluvia se me ha pintado
el color de los cristales,
lluvia que para mis males
en los huesos se ha posado.
El pensamiento abismado
en sus gotas se entretiene
-pensar de más no conviene-,
y en silenciosa postura
intento hallar la ventura
que de la humedad deviene.

La noche trae la calma
y de la lluvia se ve
tan solo un negro cliché
de imágenes en el alma.
Ya la amargura se ensalma,
con el dolor y el quebranto,
del cisne se entona el canto
y en la mente desprolija
se forma la idea fija
de morar el camposanto.

Idella Esteve
(2-11-08)

Fe.- Sextetos lira




En ausencia de ti
palpando mi agonía
alguna vez quedé tras los cristales;
anhelo baladí
de que llegara el día
del fin de estas angustias espectrales.

Nada fue demostrable.
Tan solo en la sospecha
de que dentro de mí mi amor cambiaba
me sentí despreciable,
lastimada y maltrecha
y una voz interior a ti rezaba:

"Señor, que acabe pronto
mi pena y desencanto
muéstrate alguna vez, es dura prueba
esta duda que afronto,
es dolor, es quebranto;
haz que renazca en mí una fe nueva."

Pongo mi corazón,
mi vida, mi alma entera,
mi pasión sempiterna por creerte
desoigo la razón
diciéndome:"Quimera.
Que jamás de encontrarlo tendrás suerte."

Si eres, estás tan lejos...
-vives en las alturas-,
que te olvidas de mí, y de nosotros.
Mis dudas son reflejos
de las acataduras
que no pusiste tú, pusieron otros.

Oye mi voz te pido,
si de verdad existes
dirige tu mirada hacia la tierra,
sácanos de tu olvido
no nos mantengas tristes
que acabe tanto mal y tanta guerra.

Idella Esteve
(19-9-06)

jueves, 27 de octubre de 2011

Levantadme el castigo

Levantadme el castigo
de los oídos yertos
y de los labios mudos,
la seca indiferencia de los ojos
de corazones lívidos,
de las lunas opacas
y de los soles negros.

Levantadme el castigo
de las mentes en blanco
con la preconcebida
idea vana
que adjudica etiquetas;
libradme del castigo de tergiversaciones,
soy en la noche luna
y es clara mi palabra;
en mi no hay recovecos,
soy justamente mala:
lo justo, solamente.

Idella Esteve
(26-10-11)

lunes, 24 de octubre de 2011

Rencor

Llevas en la mirada
las huellas de un noviembre
por mil multiplicado
en la lluvia y el viento
y un vehemente fulgor desconocido,
remembranza de un fuego que se ha tornado en humo.

"Todo lo que llega pasa,
todo pasa y todo queda",

aforismo machadiano.

Y todo queda escondido
en el lecho de las sombras,
cada cosa busca un hueco:
todo queda almacenado.
Y nos sale convulso, afilada guadaña,
cuando menos lo quieres.

Hay un noviembre en cada año y muchos
en nuestros corazones.
Y oscuridad angosta
donde nos cabe un mundo.

Idella Esteve
(23-10-11)

domingo, 23 de octubre de 2011

Cortos

Me encuentro bajo la lluvia
desprovista de paraguas
¡y tan seca!

*
Idella Esteve
(23-10-11)

viernes, 21 de octubre de 2011

Ocaso

[...]¿Qué buscas,
poeta, en el ocaso?
A. Machado


Ya no hay colores en la amanecida,
el cielo añil se ha vuelto ceniciento
lleva aullidos el viento
y la senda del alma está perdida.

Albas azules guardo en mi cartera,
los rojos de la fragua;
también atesorada llevo el agua
de una lluvia de abril, de primavera.

Para llegar al mar en su corriente,
la triste arboladura
-no exenta de belleza y de ternura-
formé con mi pasado y mi presente.

Y acaso busque hallar en el ocaso
la vía que ha perdido
el corazón doliente y aburrido,
la redención del miedo y del fracaso.

Idella Esteve
(21-10-11)

miércoles, 19 de octubre de 2011

Arco iris


... y matar la borrasca
con puñal de caricias convertidas en tromba
acallando la queja de ese sueño incumplido
que conturba mi sueño

ay mundo diminuto que alimentas quimeras
ay mis alas quebradas de añorada paloma
ay del tiempo perdido

he de hacerme arco iris allende el horizonte
que nada me recuerde los momentos pasados
-ni espinas ni laureles- sufridos en mis carnes
es tan larga mi vida que he tenido de todo

he de hallarme con fuerza
intentar lo imposible
lograr a toda costa esos siete colores
si no he de ser un ave volverme mariposa
efímera
sutil
pero que mueva el curso
del terrible huracán
sólo una vez
un día

Idella Esteve
(14-8-07)

Brevería

ay de las clases sociales
ay las altas jerarquías
ay de las licantropías
de alcaldes y concejales

Isabel Esteve
(8-8-07)

Gitana (Romance de la gitana)




Ese fuego de amor brujo,
que por tus ojos destellas
con su color azufroso,
compite con las hogueras
alrededor de las cuales,
pies desnudos en la arena,
bajo los rayos de luna,
bailas y revoloteas.

La noche lanza un gemido,
un ulular de ave negra,
premonición de aquelarre
en la noche sanjuanera,
y un aura te cubre toda
la gracia de tu melena
endrina, negro de toros
que pastan en las dehesas
para morir en las plazas
poniendo un broche en las fiestas.

Un clavel de rojo sangre
llevas detrás de la oreja
contrastando con tu cara;
y un cimbreo de caderas,
que con gracia se estremece
al son de la pandereta,
marca un baile de gitana,
gitana de pura cepa;
y tus manos en el aire
roban al aire una queja
que a poco la van dejando
al borde de la cenefa
de los vuelos de tu falda
hasta que toque la tierra.

Gitana de piel cetrina,
descendiente de agarenas,
es así como te veo,
no la gitana cestera
de cortijos y mimbrales;
ya no trabajas la anea
ni vas leyendo las manos
ni vas pidiendo a las puertas.

Envuélvenos con tu duende
que de eso algo te queda.

Idella Esteve
(5-9-07)

Romance cuasi espejo

Bajo la flor del membrillo
teje su tela una araña,
adorno de fina blonda,
andaluza filigrana.

Isabel la mira, fija,
con los ojos de su cara.
-Mira, araña, que te miro
y observo cómo trabajas,
quiero tu encaje imitar
cuando junte mis palabras,
cuando con ellas yo cante
lo que tengo aquí en mi alma.

Isabel baja el sendero
y se detiene en la fragua
para mirar al gitano
con su labor artesana.

-Gitanito, gitanito
de presencia oliva y plata,
déjame ver, que te admire
esa piel aceitunada
que quiero ponerla en versos
y Erato no me hace falta,
me sobra con esos ojos
del color de la esmeralda.

Y allá lejos, en la iglesia,
resuena una campanada
mientras Isabel escribe
sus sentires verde y alba.
*
Sus sentires verde y alba
mientras Isabel escribe,
resuena una campanada
allá lejos en la iglesia.

El color de la esmeralda
le sobra; con esos ojos,
Erato no le hace falta
si quiere poner en versos
esa piel aceitunada.
-Déjame ver, que te admire
tu presencia oliva y plata,
gitanito, gitanito
con tu labor artesana.

Para mirar al gitano
va y se detiene en la fragua
y alegre baja el sendero
ese que tiene en el alma,
en su boca lleva un cante,
juntando va las palabras,
quiere el encaje imitar
y observa cómo trabaja
esa araña a la que ve
con los ojos de su cara.

Isabel, contempla fija
la andaluza filigrana,
adorno de fina blonda,
que va tejiendo la araña
bajo la flor del membrillo.

Idella Esteve
(22-4-07)

lunes, 17 de octubre de 2011

Quizá soñar

La dicha entre tinieblas no es perfecta.
Quizá soñar
sea lo más terrible.

Duelen los besos dulces
y hasta el placer
cuando despiertas duele.

Duele el mar tempestuoso,
y la mar apacible,
y los ríos tranquilos,
y las bravías aguas.

Duele la inundación y la sequía.
Duele el niño con hambre,
la comida de barro,
la mano que la otorga,
esa madre que mira
y que no encuentra ayuda.

Y entre medio de todo,
ver al que se enriquece.

Duele.

Duele el volar de mariposas negras
o de pardas palomas,
o del carro de Helios,
cuando tienes consciencia
que ya todo en el mundo
duele y duele.

Idella Esteve
(17-10-11)

viernes, 14 de octubre de 2011

Suicida

Por tus ojos, torrentes de amargura,
la noche transitaba entre fantasmas,
por tus ojos, amigo, por tus ojos,
trayendo ramalazos de locura,
sacándote de adentro las miasmas,
vistiéndote tan solo con despojos.

El fuego que llegaba hasta tu frente
te quería librar de los recuerdos,
y gustoso anhelabas olvidarte
que lo que te angustiaba en el presente
era habitar el mundo de los cuerdos.
Por tus ojos pasaba el suicidarte.

Idella Esteve
(2-07-08)

jueves, 13 de octubre de 2011

La caverna

Ya nada puede haber que nada sea,
ni la virtualidad
ni las sombras chinescas en el muro,
y a la vez
es todo discutible
a la luz de la llama de los fuegos
o del rayo de sol
o moradas tinieblas.

Me detengo en las voces
que pretenden mostrarme su postura
pero no se sostienen
con el pasar del tiempo
y me vuelvo otra vez a la caverna,
callada
-ya no me importa convencer a nadie
ni hallarme convencida-,
y contemplo el desfile
de borrosos contornos
con la mirada ausente
de un alma catatónica.

Veo pasar espectros que traje del fulgor
y se confunden
o luchan
con los de las hogueras;
pero yo no discierno
porque se ha obrado en mí una lobotomía.

Idella Esteve
(6-12-07)

A Manuel

No sé si espondilosis fue la causa
que me dejó tullida, casi inerme,
sentada en el sofá.
Y no encuentro placebo que me alivie,
y mi parte derecha es casi nula.
Mas te veo ante mí, mucho más joven,
y me rebelo, sí, y me rebelo
y maldigo contigo a los credos fingidos
y a los cálices hueros en ausencia de un dios.
Y miro a ningún lado,
con la cara de idiota,
y mi norte es ninguno.

Déjame tus jirones,
permite que los cosa unidos a los míos
y hagamos una hoguera.
Que sus cenizas sirvan para nacer de nuevo.

Idella Esteve
(24-11-06)

Versos

Para mi soledad son refugio mis versos,
para volcar el alma cuando me siento triste,
cuando nada deseo y todo me compunge,
para mi desencanto y para mi coraje.

Para la vuelta al mundo desde la ingrata fuga
a la nada, vacía
de tantas causas muertas
por toda la impotencia y la falta de fe,
por mi desesperanza.

Para cantarle a todo
y llorar por las cosas que dañan y conmueven,
para no usar la boca
y evitar a mi oído la voz de la estulticia.

Compañeros de noches,
sustitutos del alba,
confesores estoicos.

Para aliviar mis penas, y para mi catarsis.

Idella Esteve
(12-10-06)

martes, 11 de octubre de 2011

Cuando te hayas ido

“Cuando tú te hayas ido
me envolverán las sombras” (Bolero)

Cuando te hayas ido,
mi todo en tu nada,
cuando hayas dejado
desierta mi cama
y ni te molestes
en volver la cara
para ver la mía
cubierta de lágrimas
e ignores mi pena
y encuentres tu calma.

Cuando te hayas ido
en la madrugada
dejándome herida,
abiertas mis llagas,
y olvides al pronto
cuánto yo te amaba,
no emitiré un grito
desde mi garganta
ni iré a despedirte
junto a la ventana.

Cuando no regreses
como antes a casa
al atardecer
o en las horas altas,
cuando no te hable
con mirada amarga,
el pecho temblando,
la boca sellada,
triste recipiente
de crueles migajas,
lo habré superado,
no tendré añoranzas,
ni estaré tan sola
en mis noches blancas.

Idella
(3-8-06)

lunes, 10 de octubre de 2011

Interior


Nunca fui pleamar
ni río en la crecida,
mas siempre hubo en mi vida
deseos de volar.

Yo soy la que nací
con el ala truncada,
la rosa deshojada
que apenas me atreví

a ser impertinente
y susurrar verdades,
y ante las vanidades
mostrarme reticente.

La que busca en la sombra
y espera encontrar luz,
la que barre su cruz
debajo de la alfombra.

Mi voz, grito callado,
se rompe en la garganta,
la queja se atraganta
en mi interior frustrado.

Me canso de lo habido.
Tener y no tener
noche o amanecer,
sólo el tiempo perdido.

Idella Esteve
(10-10-11)

miércoles, 5 de octubre de 2011

Sigo ...

Sigo sola
como cuando empecé.
Tan solo para mí
trenzo mis versos
e intento un nuevo norte desde el sur.

Baten
los pájaros sus alas
y los grillos se siguen encendiendo
por la noche.

Asciende hacia el cenit la enredadera
altiva,
las rastreras extienden
su humilde vasallaje.

No hay nada nuevo
bajo el sol.

¡Y yo sigo tan sola!
(05-10-11)

Te dices

Te dices en la sonrisa
como espigas en el campo
(Pastor Aguiar)

Te dices en la sombra y en la lluvia
y en el zumbar del viento
y en el beso de amor
y en la mañana.

Te dices tanto
que tu voz no se oculta ni un instante:
te dices en mis sueños y en mis ojos abiertos.

Te dices mis ojeras
y mi propia garganta
y todo el cataclismo que circunda mi mente
y toda mi alegría
y todo mi horizonte.

Te dices la esperanza en mis oídos
y yo sólo te escucho y te obedezco.

Idella
(2009)








domingo, 2 de octubre de 2011

Tus fantasmas

Si hay espectros en la noche
no te detengas a hablarles,
deja que pasen de largo,
cuida que no se te enfaden,
que lo que hay tras de la muerte
no puede contarlo nadie
ni qué depara el futuro
tampoco puede contarse.

Deja los fantasmas, pues,
que se marchen, que se callen,
que vuelen con los suspiros
esos que lanzas al aire
desde el fondo de tu pecho
antes que tu pecho estalle.

No des pábulo a las voces
que buscan atormentarte
y disfruta de la vida
antes que la vida acabe
que aunque el sol se esté muriendo
queda mucha por delante.

Mécete al son del arrullo
de los álamos del parque
y goza de su hermosura
con el rojo de la tarde,
agua que canta canciones,
brisa que te incita al baile...
una guirnalda de flores
se irá prendiendo en tu talle
hasta enredarse en tu pelo
del color del azabache,
y puede que veas lotos
creciendo en los arenales.

Alimenta la ilusión
contra desnudas verdades.

Hazme caso, no te rindas,
tu esfuerzo no será en balde,
no temas a quien te asusta
y muéstrate sin ambages;
serénate, date un tiempo
a que acaben avatares,
quizás las penas que sufres
son daños colaterales.




Idella
(2007)

Estulticia (2)

Vade retro, dijiste al acercarme,
temías al perfume de mi esencia.
Por más que te mostré santa paciencia
te culpaban tus ojos al mirarme,
no hallabas el porqué de mi indulgencia.

Y nuestra frustración quedó callada
por miedo al qué dirán. Las cicatrices
tardaban en cerrar; como raíces
llegaban a la cama y la almohada
haciéndonos mohínos e infelices.

La herida fue cerrada poco a poco,
por acomodación, con impericia:
risas de vez en cuando, una caricia,
un fugaz beso en un momento loco...
y la vida perdida en estulticia.

Idella
(2008)






Mi Juan de Mairena

Soy un Juan de Mairena de tu lado insondable,
la voz que nunca antes saliera de tus labios.
Soy tu yo, soy tu sosias,
que te brinda palabras sin que sientas vergüenza,
que te sirve de albergue.

Soy la fuerza de un tronco para flor diminuta,
roca que no erosiona con la sal de la lágrima,
soy el mar, soy la nave,
soy gaviota y delfín,
la línea paralela y el punto convergente.

Soy la ribera opuesta donde el río transcurre
en medio de los dos.
Y con distinto nombre yo soy tu complemento:
soy demonio y soy ángel.

Por eso nunca, sabes, podremos estar juntos.
Cada uno en su momento habitando el papel.

Idella

sábado, 1 de octubre de 2011

Fatalismo







¿Volaré en las alturas
con mis plantas alzadas de la tierra?
¡Cuántas alas partidas
en tanto vuelo raso!
¡Qué escaso el horizonte
ocultado por un tropel de buitres!

Hoy, y ayer, y mañana,
y siempre, siempre, siempre...

Y llorar no nos salva de esta nada.
De reír ya perdimos la costumbre.
Y luchar... ¿para qué?
¿para quiénes que ganen?



Idella Esteve
(01-10-11)

A pesar...



A pesar de mis noches,
a pesar de mis dudas,
siempre está la mañana,
la claridad, la luz;

aunque no quiera verlo
y disfrace mis ojos
con cristales oscuros.
¡Cuánto puede el dolor!

Mas hoy caigo en la cuenta
que me he estado engañando:

el dolor es sublime

y en mi pequeña alma
tan solo hay frustración.

Idella Esteve
(01-10-11)