domingo, 8 de abril de 2012

En el asilo (2005)


Pequeña chispa que resbala lenta
por los marcados surcos de su cara,
expresa un sufrimiento prolongado,
extenuación del alma
en conjunción de sal y de amargura
que por sus ojos habla
despechando los verbos
que, cobardes, callan.

Es licuada pasión
que desde el pecho arranca,
es perla con que adorna su semblante
la solitaria anciana,
un olmo seco al borde del camino
de las campiñas blancas,
que recuerda pasajes de su vida
con emoción y aguarda,
muy cerca de final de su andadura,
el túnel de luz alba.

Y se la ve sentada en su retiro,
nadie a su lado que enjugar su lágrima,
sola y acompañada de un silencio
que en el asilo mercenario vaga.

Idella Esteve
30-3-05

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14 comentarios:

Maritza dijo...

Suele ser muy dramática la situación de los ancianos en los asilos o casas de reposo, sobretodo por esa enorme soledad que no necesariamente significa que no tienen a nadie. Muchas veces la familia está...pero dónde?...
Sólo les quedan sus recuerdos...

Hermoso y muy emotivo poema, amiga.

Un beso y un abrazo.

Rafael dijo...

Retrato perfecto que por desgracia hemos presenciado tantas veces en personas en esta situación. Lo triste de este cuadro es que esos seres han sido hasta no hace mucho, igual que nosotros. Reían, lloraban, disfrutaban y sufrían. Ahora sólo son "una nota de silencio en un asilo".
Un abrazo en la noche Isabel.
Rafael

Toni Barnils dijo...

En ocasiones pienso en la situación de nuestros mayores. Si, mucho alargamos la vida, al tiempo que apartamos de nuestro camino a los mayores. Aquellos que antes eran el centro de respeto de todas las casas. Olvidamos su sabiduría, y en silencio les decimos que estorban y los apeamos de nuestros trenes. Mis respetos a todos ellos, se merecen un mundo por lo que son, en el ello está lo que nosotros seremos.

mis besos

Emilia S dijo...

Tu blog está excelente, me encantaría enlazarte en mis sitios webs. Por mi parte te pediría un enlace hacia mis web y asi beneficiar ambos con mas visitas.

me respondes a munekitacat19@hotmail.com
besoss
Emilia

María Susana Dall Occhio Pais dijo...

un gusto leerte amiga donde haya poesía allí estaré. Gracias por seguirme en mi blog . Saludos!

Fede dijo...

Sigo diciéndote amiga, que tanta bella poesía no puede quedar esconida
Un beso

P MPilaR dijo...

El caso es que indefectiblemente nos aguarda a todos con los brazos abiertos...(¡y que nos aguarde!) el asilo. No sé si mercenario el asilo, o mercenarios los asiladores...
Un abrazo, Idella

RENATO VIDAL S. dijo...

es un placer leerte, me acorde de mi abuelita, desearía haber estado junto a ella para enjugar su lágrima,Saludos.

Idella Esteve dijo...

Hola, Maritza:
A veces estas personas tienen familia. Otras veces no tienen a nadie.

A veces estas personas no han hecho en la vida más que crear guerras a su alrededor.

A veces estas personas han sido muy buenas y amorosas con sus seres queridos y la maldita vida actual no permite tenerlas en casa porque se quedarían solas, sin asistancia, en el caso que no puedan valerse por sí mismas, cuando quienes tendrían que cuidarlas tienen que salir a trabajar y no pueden evitarlo porque están al límite. En estos casos van a visitarlos a diario, si es que no se los llevan a dormir a casa por las noches.

Y a veces, y esto es lo tremendo, hay ancianos que lo dieron todo mientras pudieron y al final, cuando ya les han exprimido todo el jugo, los dejan apartados, olvidados como juguetes rotos.

Hay muchos casos distintos, es complicado generalizar.

En todo caso, emociona. Mi madre tiene 99 años y la tenemos en casa 2 meses cada una de sus hijas. No nos conoce, pero se ríe con nosotras. Cuando está conmigo, la despierto por las máñanas dándole un caramelo y a continuación la hago cantar. Me canta canciones populares de su juventud. Es como una niña.

Yo puedo hacerlo ahora porque no trabajo ni mi marido tampoco. Pero hace dos años era muy difícil porque los dos trabajábamos fuera de casa y ella es totalmente dependiente. Lo pasamos mal. Por eso entiendo muchas cosas.
(He de aclarar que cuando escribí este poema mi madre estaba casi perfectamente, nunca me planteé la cuestión del asilo)

Doy las gracias a mi marido y a mis hijos por la ayuda, porque en estos momentos tengo una tendinitis en el hombro por esfuerzo de sostener a mi madre.

Bueno, Maritza, me has servido de paño de lágrimas, quizás necesitaba explayarme.

Es triste la situación de esos ancianos pero nunca me atrevería a juzgar a nadie. El poema fue fruto de un sentimiento que tuve, obviando todo lo demás.

Un abrazo my fuerte,

Isabel

Idella Esteve dijo...

Perdonadme que os responda en grupo a todos vosotros:

Rafael, Toni Barnils, Muñekita Cat, María Susana, Fede, PiliMªPILAR, Renato.

Es mi costumbre responder uno por uno, como os merecéis por la gentileza que tenéis al leerme y comentarme. Pero en esta ocasión sería demasiado repetitiva.

Lo que le comento arriba a Maritza lo hago extensivo a vosotros, mi motivación, mi sentimiento y mi visión al respecto. Y lo hago porque la mayoría me lleváis siguiendo un tiempo y me apetece que me conozcáis un poquito más, así también se entenderá un poquito mejor lo que en un verso queda escondido.

Os doy las gracias a todos, sinceramente, por vuestras palabras. Ojalá que siempre os emocionéis con mis poemas, que son vuestros en cada interpretación que queráis darles.

Un beso a todos y cada uno,

Isabel

La Novia dijo...

Una realidad tan triste y cada vez más frecuente, lamentablemente...
Es un bonito relato en verso el que haces, muy sentido, me gustó...
Gracias por tu visita y tu comentario...
Te dejo un gran beso

(tambien vi tu entrada en el blog de Beatriz, pero no sé porqué no me dejó comentar, vuelvo mas tarde)

Inocencia Montes dijo...

Querida Idella, permíteme que hoy te llame así. Vivo entre dos residencias de ancianos, pasan por mi puerta, por mis ventanas, se apoyan en mi coche, me dan los buenos días, algúnas tardes, si tengo suerte, algunos me cuentan cosas... a veces lloran, es cierto.

Idella Esteve dijo...

Hola La Novia.

Gracias a ti por tu comentario.

Tu poema erótico me gustó, fue un placer leerte.

Un gran beso para ti.

Idella Esteve dijo...

Querida Inocencia:
Si esos residentes hacen eso contigo, si te cuentan cosas y tú les escuchas les haces un bien. Pero los hay también que son callados y solitarios... y lloran.

Un beso,
(Me ha gustado que me llamaras así)