sábado, 17 de julio de 2010

El espectro de la rosa



Resonó en sus oídos como un aldabonazo
que se le fue expandiendo en las ondas de un eco
al chocar en la mente. Y no se lo creía.

Cubriéndose la cara con arduo maquillaje
se entrenó para ser todo lo que no era,
y empezó su andadura usando el disimulo
de aparentar ser fuerte y fundir el rocío
a pesar de ser rosa sucumbiendo a la helada.

Se moría de frío y amaba tiritando
debajo de la lluvia y contra todo viento.
Mas con una sonrisa se enfrentaba a la muerte
mientras se le secaban los bordes de sus hojas
y se iba lacerando con sus propias espinas.

Al ver que su corola rodaba por el suelo
tomó la iniciativa de superar su esencia
pasando del invierno a un cálido invernáculo
sin un sol natural mas también sin escarcha.

Otra aldaba sonó mientras se reponía
y quiso ver su imagen por calmar la zozobra.
Al mirarse en el agua una noche de luna
ya no era más la flor: tan solo era un espectro.

Idella
(2008)

2 comentarios:

Dannu Terra dijo...

Todo un placer leer tu poema. Me gusta.

Idella Esteve dijo...

Me alegra mucho que te haya gustado.
Ya ves que esta rosa era la imagen ideal.
Muchas gracias, Dannu. Nos seguimos leyendo.

Un saludo