Sé que soy un perfecto desperfecto,
fue la vida rompiéndome en pedazos,
tan sólo arcilla cuarteada y rota,
figurilla que en lluvia se deshace.
No encuentro un alfarero que me arregle
y estoy cansada de tantos dolores,
revuelta toda estoy
cerca ya de de mi ocaso,
pegamento no hay
para unir mis destrozos,
y no tengo ilusión para el placebo.
Tendré que resignarme.
Yo, que hubiera querido ser de mármol.
Idella Esteve
(5-7-05)
12 comentarios:
Quizás el alfarero que precisabas debiera tener las manos divinas para modelar tu espíritu y poder recoger tanta sensibilidad de ese mármol que añoras y seguro guardas celosamente en tu alma.
Un abrazo en la noche Isabel, y gracias, una vez más, por regalarnos estos poemas rescatados.
Rafael
Triste poema pero muy bello.Saludos-
Hola, Rafael:
Mármol, acero... así hubiera querido ser y, en cierto modo así me lo he exigido y hasta he dado esa impresión. Pero por dentro soy arcilla.
Gracias a ti, amigo, por tus visitas.
Gracias, Mª Carmen. Me alegra que te guste y siente que sea triste. Hay ratos...
Un abrazo
Me ha encantado visitar tu blog y tu poesía. Seguro que volveré.
Un abrazo
Qué tremendo y profundo en su contenido...altamente emotivo. Sólo puedo decir que la arcilla tiene la gracia de ser moldeable y que puedes romperla y con el agua volver a armarla, y creo que la hablante del poema se ha rearmado muchas veces, y yo no quisiera verla de mármol un día, quiero verla muy real pero muy sensible, y deleitarme con estos poemas honestos, de vida y de tierra...
ABRAZOS MILES.
Tu escritura me tiene muy sujeta.
Son hermosísimos.
Mantén la esperanza amiga, encontrarás ese alfarero que te modele y te haga feliz, me ha gustado leerte
Un abrazo
Stella
Hermoso y profundo poema, me ha encantado conocer tu poesía.
Saludos
Cecy
Pues muchas gracias, Rosa.
A mí me encanta que te guste, y aquí tienes tu casa, siéntete en ella cada vez que vengas.
Un abrazo
Hola, Maritza:
Tienes razón pero ¿sabes? poco a poco la arcilla se va dejando en los recipientes, se va perdiendo un poco en cada remodelado, mermándose; quizás es también lo que nos pasa a nosotros.
Me ha encantado tu comentario, muchas gracias, amiga.
Un beso
Hola Stella:
A ver si es verdad.
Me alegra que te haya gustado. Gracias por tu lectura.
Un abrazo.
Hola Cecy:
Muchas gracias. Y a mí me encanta que te encante.
Un abrazo
Publicar un comentario