Hoy andaba debajo de mí mismo
sin poder contenerme.
(José Ángel Valente)
Mis alegrías pocas, sí tengo penas
que me vienen matando, rompiendo el alma,
que me están agobiando, como cadenas,
que ya no soy quien soy, ni tengo calma.
Si no me siento fuerte física-mente,
si toda mi esperanza se encuentra hundida,
si parece que todo se hallara ausente,
dime: hasta mi tumba ¿qué hay de la vida?
Dame algunas razones para que pueda
conservar la esperanza en estos tiempos
donde lo prometido es polvareda
que se ha ido diluyendo en contratiempos.
Hoy está desolado mi corazón
y no quiero ya más ofrecer perdón.
Idella Esteve
(27-04-12)
6 comentarios:
Creo entrever lo que deseas decir entre líneas, en lo que no dices. Pero esos silencios hablan y cómo. Si te sirve de consuelo andamos algunos en esa desesperanza. Pero es bueno hacer de tripas corazón y seguir adelante. La vida es maravillosa a pesar de todo.
Buen fin de semana.
Cuando el sentimiento amanece debajo de uno mismo, no queremos ni vemos nada más...
"Hoy está desolado mi corazón
y no quiero ya más ofrecer perdón".
Es tan verdadero y humano, amiga...
Me encantan tus versos.
Y desde Chile te abrazo fuerte.
Y te felicito.
Bello poema Idella, profundo y estético.
Un gusto conocer tu espacio.
Cariños.
Hola M. Flores:
Es muy difícil, al menos para mí, no estar desolada con los tiempos que corren. Y seguir adelante... ¡Qué remedio! Mientras que el cuerpo aguante.
Gracias por tu visita.
Un beso
Hola, Maritza:
Muy desolada estaba, sí.
Y esos versos que citas tienen su connotación en ciertos hechos que están ocurriendo en mi país. Hay cosas que me superan.
Gracias por tus palabras.
Te tomo el abrazo y te mando un beso.
Hola, Adriana:
Un placer para mí tu visita.
Un beso.
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