Qué me detiene a ser furor de viento
y entre los intersticios de la roca
volar adonde estás, hallar tu boca,
colarme en tu interior, sin miramiento.
Desde lo más profundo ser aliento,
ser el ardor vital que te sofoca
fundiéndose contigo, que provoca
necesidad de mí, tu exaltamiento.
Y hurgarte en las entrañas, removerte
para que al fin comprendas cómo ha sido
sufrir sin pronunciar un alarido.
Y después del dolor compadecerte,
traspasar el umbral de tu ventana
siendo solo una brisa en la mañana.
Idella Esteve
(4-06-08)
6 comentarios:
Aparte de la perfección de tus sonetos,admiro igualmente la variedad en los tercetos,con recursos ingeniosos.
Un placer Idella.
A la hablante puede que sólo la detenga el que dentro de ella no está el ser vengativa...
Es un hermoso escrito, Idella, como siempre, como nos tienes acostumbrados... :)
BESOS!
Y UN ABRAZO GRANDE PARA TI.
Una revancha así solo puede perderse... para en un nuevo suspiro volver a intentarlo.
Precioso
Besos almendrados ;)
Soneto que hace honor a su título a través de tus versos Isabel. Un buen trabajo.
Un abrazo en la noche.
Nada te detiene Idella, eres ese viento furioso.
Un beso
otro magnífico soneto, felicidades, saludos
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