Yo yéndome por las rimas
en esta tarde tan larga.
(H.)
Yo viniéndome a mirar
al romper la madrugada,
que me pareció oír voces
de un romance que llamaba,
y se desbordaba en gotas
por detrás de la pantalla
con una lluvia de versos
que aclaraba mi obsidiana,
el cristal de negra roca
que me iba cubriendo el alma.
Yo, ignorante, que no entiendo
todas las horas amargas
que transcurren en la vida
sin saber cómo pararlas.
Yo, con la voz que está rota,
con un nudo en la garganta,
que ya que no puedo hablar
voy escribiendo palabras,
palabras que me derritan
de mi corazón la escarcha,
que frío se va quedando
y a duras penas avanza,
negro cisne en un estanque
verde, de mis verdes lágrimas,
yo, mi amigo, voy rimando
versos de la noche al alba.
Idella Esteve
(12-2-08)
5 comentarios:
"...Yo mi amigo, voy rimando versos de la noche al alba..."
¿Se puede decir más...?
Precioso poema Isabel.
Un abrazo.
En esos versos, en esas rimas vas encontrando la claridad exácta para que las negras rocas se conviertan en cristales. La tinta es la expresión del alma, y en esa expresión está todo lo que te falta.
Maravilloso.
Un beso
En esa Madrugada, con la voz rota y un nudo en la carganta, hacemos uso de la pluma de cisne y de nuestras palabras reflejadas en una cuartilla blanca con gotas verdes de nuestra agua salada.
Preciosos versos, Idella.
Un abrazo.
Como aquellos juglares,rimando para llevar calor y alegría al alma sola y fría.Y es que las palabras tienen poder curativo.
Saludos.
La pena, el alma triste y recuerdos plasmados en tus bellos versos.
Besos
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