Amanezco mas siempre estoy a oscuras
ya no tengo una luz donde escudarme,
las tinieblas me fuerzan al desarme
con una adaptación de arquitecturas.
Comencé con valor mis singladuras
con la vista en un puerto en que albergarme.
Naufragué. No logré siquiera alzarme,
envuelta en torbellinos y ataduras.
Adiós a la blancura de azucenas,
grato refugio de mis dulces años.
Adiós al rojo que llenó mis venas
antes que lo secaran los engaños.
Voy escuchando el canto de sirenas
que ahogó mi corazón en desengaños.
Idella Esteve
(22-03-09)
8 comentarios:
Quizás eso ocurre en muchos casos de la vida, "...que vamos escuchando el canto de sirenas, que ahogó nuestro corazón en desengaños..."
Un abrazo Isabel,
Rafael
desengaños que nos muestran el camino a no seguir,es un aprendizaje
bellas letras mujer
un beso
Adiós...
Adiós al rojo que llenó mis venas
antes que lo secaran los engaños.
Precioso Idella,
Un beso grande
Ángel-Isidro.
http://elblogdeunpoeta.blogspot.com/
Hola, Rafael:
Ilusiones, engaños, desengaños... componentes de nuestras vidas, efectivamente.
Un beso, amigo.
Isabel
Hola, Horacio:
Muchas gracias por tu comentario y por tu visita.
Un beso.
Hola, Ángel-Isidro:
Me alegra m ucho que te haya gustado. Gracias por tu comentario.
Un beso
Se te da bien el soneto Idella.Yo,que adoro esa estrofa (llevo escrito unos treinta y te invito a dejar tu opinión en mi blog),sé lo complicado que es obtener uno medianamente bueno.Y tú pareces tener facilidad para ello.este me ha parecido aún mejor que el anterior.
Mi enhorabuena.Volveré.
saludos.
Hola, Jerónimo:
Gracias por tu comentario. Es obvio que a mi también me gusta el soneto y me pasaré por tu blog para leer los tuyos.
Visítame cuando quieras, serás bien recibido.
Un beso.
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