viernes, 11 de noviembre de 2011

Flores para mi enemigo


Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo;
cultivo la rosa blanca.
(José Martí)

Rosa blanca o clavellina
¿Qué más puede a ti importarte?
sabes bien que no he de darte
nunca una adelfa asesina.

Porque ya mi corazón
muerto estaba de antemano
no fue crueldad, fue cristiano
ejecutar la ablación

de un tajo con tu guadaña
dejando un hueco vacío:
paró de correr el río
por mi doliente campaña.

Y todo se fue secando,
me volví tierra baldía
de aquel tan lejano día
que no recuerdo ni cuando.

Ya no te guardo rencores.
Aunque te pensé enemigo
fuiste espléndido conmigo
extirpando mis dolores.

Y a pesar del desamor
que dejara mi alma yerma
hoy cultivaré sin merma
para ti la mejor flor.

Idella Esteve
(10-11-11)

2 comentarios:

Susana Jiménez Palmera dijo...

Ríos de melancolía en estos versos pero un corazón que transmite puro sentimiento.
Me gustó leerte, no dejan de ser bellos estos versos por sonar algo triste, son momentos, solo momentos…
He llegado aquí por medio de otro blog amigo, ya te sigo, espero continuar leyéndote, me gustaría poner tu blog en la lista de los míos y así ver tus actualizaciones.
Un abrazo desde Colombia

Idella Esteve dijo...

Gracias por tus palabras y por tu lectura.

Es verdad que mis versos suenan melancólicos la mayoría de veces, pero no siempre; ya ves, tengo un soneto que es hasta irónico y que trata de la secuela que quedó en mi parte derecha después de un infarto cerebral. Bueno, a veces hay que tomarse las cosas como bienen y tratar de verlas con un cierto optimismo.

Me alegrará saber que sigues visitándome.

Un abrazo