y aliente con su llama el escondrijo
donde guardo el color de la utopía.
(Carlos Serra)
Ven despierto, o soñando si tú quieres,
regálame el color de tu utopía,
nunca más, te prometo, seré fría
ni mis besos serán como alfileres.
Yo te daré el cobijo que requieres
seré tu astro solar, seré tu guía,
y seremos perfecta eucaristía
o un pecado mortal si lo prefieres.
Te necesito, amor, te necesito.
No me basta mi piel para habitarme
y traspaso los bordes de su muro
para que llegue a ti mi ardiente grito:
Ven a mí, corazón, para calmarme
la impúdica pasión de este amor puro.
Idella Esteve
(19-02-12)
6 comentarios:
Perfecto "contrapunto" y admirable grito que surge del alma en este soneto.
Con tu permiso me quedo con los dos primeros versos: "Ven despierto, o soñando si tú quieres,/regálame el color de tu utopía..."
Felicidades por estos versos excelentes.
Un abrazo en la noche y que tengas un lindo comienzo de semana,
Rafael
Precioso poema, sale del alma y se clava.
Bonito sitio, tienes la música clásica que adoro y voy a escuchar tus poemas declamados por ti y Carlos Serra.
abrazo
¡Qué maravilla!. Mi ignorancia, me había hecho creer que en Elda sólo se hacían zapatos (eso sí, muy bien), y me encuentro con una excelente poetisa y un sublime soneto. Apararentemente casi blasfemo, este último, pero no, sólo aparentemente. Porque,en primer lugar, querida Idella, el "pecado mortal", no existe, es un puro invento. Mejor dicho, existe, pero tan sólo, únicamente, cuando el ser humano, una pobre y mísera substancia, le dice a Dios, su Creador: "No quiero saber nada de Ti, ni tener ningún trato Contigo". Sólo eso, sería pecado "mortal", y aun así tengo ciertas dudas. Por tanto, asumo por completo los dos últimos versos del segundo cuarteto. ¡Es magnífico, de verdad!. En todos los sentidos. Por otra parte, en segundo término, parece contradictorio, pero tampoco encuentro ninguna exclusión entre la "impúdica pasión" y "el amor puro", porque, cuando este último, el amor, verdaderamente lo es, ninguna pasión hacia el ser amado puede ser impúdica. Muchas gracias, Idella (¡qué nombre más bonito!) por tu bondad al seguir mi humilde Blog. Yo, también seguiré el tuyo, y no en aplicación del principio diplomático de reciprocidad, sino porque verderamente me interesa. Un beso. De amor puro, claro, pero no tendría ningún inconveniente en que fuese "impúdico", Luis Madrigal.-
P.D.- Ah, un ruego. Por favor, ¿teimportaría inhabilitar o desactivar el mecanismo de "verificación de la palabra"?
Me alegra que te guste, Rafael.
Te puedes quedar con los versos que quieras si ello te inspira, como he hecho yo en este caso en que leí a mi amigo Carlos Serrá e inmediatamente me inspiró el poema a vuelapluma.
Gracias por tus palabras siempre animosas, las necesito en estos momentos de bajura.
Un beso en la tarde
Gracias, Ceciely, por tu comentario.
Me alegra que te guste el sitio, mi casa está abierta, y la música que me gusta a tu disposición.
Un abrazo
Bueno, Luis... ¿Qué decirte?
Ante todo muchas gracias por tu comentario. Yo soy una humilde poeta que hace sus poemas por que lo necesita, si no me entraría angustia vital. Y en Elda tenemos el honor de ser paisanos de nuestro gran poeta: Antonio Porpetta. Ya ves que además de zapatos también hay quienes nos gusta la poesía, Jejeje.
Pecado mortal... ni gloria, ni Dios, ni infierno. Una atea como yo no cree en esas cosas. Es lo que tiene de bueno la poesía: que puedes imaginar aquello en lo que no crees y, todavía más, darle tu enfoque según el estado de ánimo ¡bendita poesía!
La paradoja "impúdica pasión" en un "amor puro" está dicha a conciencia, está buscada porque el amor es "amor" y nadie concibe nada sucio en el amor, por ello todo amor debería ser puro. Ah, la pasión es otra cosa, y sí puede ser impúdica y dentro del amor, e incluso del amor puro puede estar la pasión, o lo está o debería estarlo.
Bueno, creo que estamos de acuerdo en todo ello.
Ah, y he deshabilitado "verificación de palabra"
Un abrazo desde la ciudad de los zapatos [y de la poesía ;-)]
(Idella es precisamente en nombre ibérico de mi ciudad: Elda. Yo me llamo Isabel)
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