Tus torres, como cipreses,
se yerguen hasta las cimas
de los cielos leoneses;
y a nadie nos escatimas
el lujo de tus vidrieras
que dan un tono envolvente,
cual si en grandes alhajeras
albergaras a la gente.
Y es tal el recogimiento
que yo, que no sé rezar,
sentí un gran abatimiento
por ser incapaz de orar.
Tienes un porte elegante,
tiempo y arte se aglutina.
Permíteme que te cante,
a ti, "Pulchra Leonina".
Idella Esteve
(1 de marzo de 2008)
2 comentarios:
Muy bonito. Comprendo que sintieras eso. Un beso
Gracias, Marisol.
Las vidrieras de la catedral de León son preciosas, como toda la catedral. La sensación fue esa, efectivamente.
Un beso.
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