Qué me vas a contar que no haya oído,
qué me puedes decir que me sorprenda,
de memoria me sé tus cuentos chinos,
y siempre hablas de más ¿no te das cuenta?
Por qué no paras a pensar un poco,
por qué repites todo lo que oyes,
sin procesar, lo mismo que hace un loro,
y pretendes querernos dar lecciones.
Librepensante buscas ser ahora
y abominas de aquello que pensabas.
Me aburren tu palabras abundosas:
Por qué no callas, di, por qué no callas.
Idella Esteve
(12-07-8)
2 comentarios:
Gran verdad expresada en estos doce versos. ¿Cuántas veces nosotros, no habremos pensado lo mismo en situaciones parecidas?
Perfecta rima y definición.
Gracias Isabel.
Un abrazo en la noche,
Rafael
¿Verdad?
Cuántos y cuántos en este bendito mundo que repiten y repiten, sin sentido crítico, sin el esfuerzo de pararse a pensar en lo que están diciendo ¡qué aburrimiento, por Dios!
Un beso en la mañana
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