Para mi soledad son refugio mis versos,
para volcar el alma cuando me siento triste,
cuando nada deseo y todo me compunge,
para mi desencanto y para mi coraje.
Para la vuelta al mundo desde la ingrata fuga
a la nada, vacía
de tantas causas muertas
por toda la impotencia y la falta de fe,
por mi desesperanza.
Para cantarle a todo
y llorar por las cosas que dañan y conmueven,
para no usar la boca
y evitar a mi oído la voz de la estulticia.
Compañeros de noches,
sustitutos del alba,
confesores estoicos.
Para aliviar mis penas, y para mi catarsis.
Idella Esteve
(12-10-06)
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