A cada loco incentivar su tema
y en cada instante denostar cordura
que no es tan malo andar en la locura
de querer redimirse en un poema.
Y cada día urdir la estratagema
de locamente usar, sutil mixtura,
la palabra que envuelta en veladura
deje transparentar oculto emblema.
Del papel y la pluma hacer costumbre,
de la tierra la flor, del mar el alga,
ascenso de la sima hasta la cumbre.
Que cada loco escriba ¡Dios me valga!
que no se enquiste más la podredumbre,
que todo mal humor al aire salga.
Idella Esteve
(22-11-06)
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