martes, 17 de enero de 2012

Tengo ...


Tengo que devorar la angustia
y atragantarme con sollozos
por vomitar mis penas.

Tengo que arder en el infierno
de un deseo obstinado
y una pasión mordiente,
viviéndote en mi tumba
con tus flores de plástico.

Tengo que abrillantar mi losa de granito
mate y descolorida,
pulirla y desgastarla
y aligerar su peso.

Tengo que deshacer la entrega rutinaria,
matar esos gusanos que engullen cuanto encuentran
y engordan día a día.

Tengo que…

Nada, no tengo nada.

Y ya tengo bastante.

Idella Esteve
(16-5-06)

2 comentarios:

Miguel Angel (Ancalpe) dijo...

A veces somos conscientes de que no podemos seguir arrastrándonos, casi bajo tierra; pero es precisamente el peso de esa tierra lo que se convierte en la losa que nos hunde hasta dejarnos sin fuerzas. Muy intenso.
Un abrazo.

Idella Esteve dijo...

El peso de la tierra, el peso del cielo..., tanta losa para tan poca fuerza... Pero al final está la rebeldía.
Muchas gracias, Miguel Ángel, por tu visita y tu comentario.

Un abrazo