Pena metida en las venas,
pena que viene y que va,
pena, la que tu me das,
que amarga mi vida entera.
Pena de besos y amores
que se tornan amoríos,
pena de tu amor y el mío
que está falto de emociones.
Pena de no poder nada
cuando la pena se enquista
y el corazón agoniza
quedándose muerta el alma.
Idella Esteve
(20-5-07)
4 comentarios:
Tres estrofas llenas de ritmo y sensibilidad en un poema perfectamente logrado.
Un abrazo,
Rafael
Es la gracia que tienen los versos mal llamados de arte menor.
Siempre que ando corta de inspiración viene en mi ayuda el octosílabo, al que siempre le estaré agradecida.
Gracias por tu paso.
Un abrazo.
¿Sabes?... He sonreído al leer tu frase: "Siempre que ando corta de inspiración viene en mi ayuda el octosílabo, al que siempre le estaré agradecida".
Para tu tranquilidad te diré que me ocurre lo mismo, aunque a veces he encontrado el equilibrio en esos versos mal llamados de "arte menor" y casi para dar los primeros pasos en poesía. Aunque en mi caso, la poesía es necesidad y sentimiento y cuando no logro escribir es como si me faltara algo importante.
Un abrazo,
Rafael
Es cierto. La poesía crea drogodependencia. Yo tengo un catarrazo que apenas me tengo en pie pero no puedo parar de leer y escribir.
Un abrazo
Publicar un comentario