
Terca y beligerante
Soy, aunque no lo creas, terca y beligerante
y con mis propias armas planto cara a la vida.
Si en alguna batalla se me inflige una herida
no desfallezco nunca, me repongo al instante,
ni por miles de yugos me siento sometida.
Mas no sé lo que ocurre en algunos momentos
que siento que esta fuerza es sólo mimetismo,
es cuando se potencia todo el abandonismo,
la falta de alegría y los desabrimientos,
y todo en este mundo se convierte en abismo.
Quizás la explicación pueda ser el cansancio
de llevar siempre enhiestos navajas y fusiles,
que me fueron privados los juegos infantiles,
que amargo fue el lagar del vino que hoy me escancio,
del que aún queda mucho guardado en mis barriles.
Algo habré de inventarme para salir del hoyo,
olvidar los temores o echarlos a la espalda
por ver mis circunstancias de color esmeralda,
dejar mis soledades y encontrar un apoyo,
beber, cantar, reír, ponerme minifalda.
Me voy determinando a cambiar mi futuro,
a ser un poco más aquello que quisiera,
y poder conseguir lo que ahora es quimera,
salir y ver el sol, dejar el lado oscuro,
tratar que algún desliz salga de la chistera.
Idella
(090409)