lunes, 1 de noviembre de 2010

Determinismo


Terca y beligerante


Soy, aunque no lo creas, terca y beligerante
y con mis propias armas planto cara a la vida.
Si en alguna batalla se me inflige una herida
no desfallezco nunca, me repongo al instante,
ni por miles de yugos me siento sometida.

Mas no sé lo que ocurre en algunos momentos
que siento que esta fuerza es sólo mimetismo,
es cuando se potencia todo el abandonismo,
la falta de alegría y los desabrimientos,
y todo en este mundo se convierte en abismo.

Quizás la explicación pueda ser el cansancio
de llevar siempre enhiestos navajas y fusiles,
que me fueron privados los juegos infantiles,
que amargo fue el lagar del vino que hoy me escancio,
del que aún queda mucho guardado en mis barriles.

Algo habré de inventarme para salir del hoyo,
olvidar los temores o echarlos a la espalda
por ver mis circunstancias de color esmeralda,
dejar mis soledades y encontrar un apoyo,
beber, cantar, reír, ponerme minifalda.

Me voy determinando a cambiar mi futuro,
a ser un poco más aquello que quisiera,
y poder conseguir lo que ahora es quimera,
salir y ver el sol, dejar el lado oscuro,
tratar que algún desliz salga de la chistera.

Idella
(090409)

Un alma


Hundiéndose en la noche duerme un alma
cansada de la prisa y el desvelo,
y hasta durmiendo siente el desconsuelo
de no poder lograr sueños ni calma.

Llegada la mañana como talma
que cubre de calor un viejo anhelo,
busca una solución: ver en el cielo
un atisbo de luz. Y allí se ensalma

el resquicio de toda su amargura
y de la oscuridad que fue su esencia.
Allí principia el fin de la locura

que adquirida en temprana adolescencia
la volvió, con el tiempo, más oscura,
contradicción de miedo y suficiencia.
Idella
(29-03-09)

viernes, 8 de octubre de 2010

Era mi dolor tan alto (M. Altolaguirre) GLOSA




Era mi dolor tan alto,
que la puerta de la casa
de donde salí llorando
me llegaba a la cintura.
(Manuel Altolaguirre)


GLOSA
Salí por ver si tenía
mi cielo un negro color
y un sol abofeteador
de amarillo lo teñía.
Lo miré y no comprendía:
no era negro, ni cobalto,
y estaba de nubes falto.
Tuve una angustia envolvente
sintiendo que de repente

era mi dolor tan alto.

El color no era adecuado
para el alma que sufría,
y sentía que moría
por un cuchillo afilado.
Con el pecho aprisionado
por una dura argamasa
y ardiendo como una brasa
yo quise echar a correr,
pero más no pude ver

que la puerta de la casa.

Y por ella me introduje
huyendo de amarilleces
sin pensármelo dos veces
haciendo acopio de empuje.
Al saber que el alma cruje
se va la pena agrandando
con los dolores sumando.
Y no me quise albergar
en aquel triste lugar

de donde salí llorando.

Vagué bajo el sol ardiente
sin esperar un consuelo,
acompañada del duelo,
de toda lógica ausente.
Afuera calma aparente
y por dentro la amargura
por tan triste coyuntura
me privaron de razón
y creí que el corazón

me llegaba a la cintura.

Idella
(10-4-07)

sábado, 25 de septiembre de 2010

Inconstancia


Afectos que van y vienen.
Afectos: vienen y van.
Este afecto que ahora tienes
¿es el que se va a quedar?

Idella
(25-09-10)

domingo, 12 de septiembre de 2010

Serena


Mi soledad es calma.
Se abriga en el silencio
viendo pasar imágenes
de antiguas fantasías.

Parece que las horas se han parado
permitiendo otro ciclo.

La oscuridad es luz
para ver más allá del horizonte
de soles que ocasean.

Hoy me siento optimista
al mirarme desnuda en el espejo.
¿Cómo pudo olvidárseme
que soy carne, que río
y sigo viva?

Idella
(12-09-10)

miércoles, 8 de septiembre de 2010

Lunáticos


Es el flujo y reflujo de las olas,
capricho de la luna,
y una isla en el centro
a merced del embate
o la caricia.

"Hoy te ignoro,
mañana te idolatro o te abomino",
es el ir y venir de su marea.

Quienes fuimos lo más hoy somos menos.

A esperar
que otra luna se muestre
-nos queda el lado oculto de su cara-

Quedaremos a expensas,
una vez más,
de las oscilaciones de su antojo.


Idella
(08-09-10)

viernes, 3 de septiembre de 2010

Avidez de justicia




La insensibilidad se muestra reticente
y un pálpito de amor triste se escapa
y se hace solidario.

Cuántas pieles curtidas en la lluvia
y en el aire
y en estaciones muertas.
Cúanta resignación,
porque no hay otra.
Cuánto grito apagado,
cuántas palabras hueras.

Hoy he visto
barrigas hinchadas,
y por causas distintas.

Y yo aquí,
impotente,
asqueada,
intentando llevarme algún dulce a la boca
que disimule
lo amargo del sistema.

No hay postre suficiente
al hambre
de justicia.


Idella
(03-09-2010)

jueves, 19 de agosto de 2010

Una furtiva lágrima



Un grito
boquicerrado.

Con gafas de ver nada,
aún percibes la mano tendida
que solo encuentra lluvia
y palabras de moda
y dinero en fechas señaladas.

Un "no pienses,
no salgas del rebaño,
imita y no te duelas,
ya todo está asumido".

Dentro, en tu rebeldía,
un pálpito.

Y al filo de la insensibilidad,
indoblegable,
una furtiva lágrima.
Idella Esteve
(19-08-10)

viernes, 6 de agosto de 2010

Piedra




No sabe del dolor la piedra...
(Ada Salas)

De madrugada
un trozo más se fuga
al insensible estado.

No me duele este cruel acorchamiento
más allá de la angustia de mi mente,
más acá del temor,
pero sé
que me voy en pedazos acabando.

Quiero beberme el mundo,
que me entre por los ojos
toda su brillantez,
que me bañe la lluvia
hasta dejarme seca
de lágrimas inútiles.
Me resisto a llorar,
soy como piedra
y la piedra no sabe del dolor.

No sabe del dolor,
pero se quiebra.


Idella
(31-07-10)



miércoles, 21 de julio de 2010

de vuelta y conjurando



me he vestido de rojo y aguardiente
me he bañado en café para esperarte
me he dispuesto a escribirte y a escribirme
porque ya estoy cansada
de jugar en el póquer de culpabilidades
donde siempre domino marcándome un farol
a solas con mi suerte

quiero volver contigo
en mis horas insomnes
para teñir de negro tu blanco de fantasma
que un chirriar de cadenas me mantenga despierta
hasta el amanecer
como solía

de qué he de disfrazarme si quiero conjurarte
sin que medie tristeza o frustración

me cansé de mis penas

si no quieres de noche
cualquier hora me vale
mientras que no hagas gala de inoportunidad
cayéndote en la sopa
mira que te conozco

creo que tú también sabes con quién te tratas

no te demores tanto
que ya sobre mis hombros
llevo nieves perpetuas

Idella
(19-07-10)

domingo, 18 de julio de 2010

Glosa a Gerardo Diego (II)

.

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
(Gerardo Diego)


Qué palabras de pasión
se escapan en altos vuelos
y al volar levantan celos
o agitan el corazón.
Quiénes sienten adicción
a sentidos desbocados
que miman con mil cuidados
ocultándolos del mundo.
Quiénes un amor profundo
sino los enamorados.

Qué se hace de su albedrío
en ese dar y tomar
que no les importa el mar
ni la corriente del río.
Es amor o es desvarío
lo que ofrecen en sus palmas,
que van matando mil calmas
en una angustia total,
sintiendo algo tan mortal
que preguntan por sus almas.

Dónde irán con sus amores,
dónde que no haya miradas,
dónde pasiones aisladas
de críticas y rumores.
Sienten crecer los temores
y en sus inquietudes sumas
sólo les rodean brumas
por las rocas de tu mar.
No tienen donde sembrar
y siembran en tus espumas.

Pero solo recolectan
en los campo espumosos
sentimientos angustiosos
y celos que los afectan.
Los achares alimentan
unas ideas macabras
y escriben abracadabras
a la vez que van muriendo
en triángulos poniendo
palabras de amor, palabras.

Idella
(2007)

sábado, 17 de julio de 2010

El espectro de la rosa



Resonó en sus oídos como un aldabonazo
que se le fue expandiendo en las ondas de un eco
al chocar en la mente. Y no se lo creía.

Cubriéndose la cara con arduo maquillaje
se entrenó para ser todo lo que no era,
y empezó su andadura usando el disimulo
de aparentar ser fuerte y fundir el rocío
a pesar de ser rosa sucumbiendo a la helada.

Se moría de frío y amaba tiritando
debajo de la lluvia y contra todo viento.
Mas con una sonrisa se enfrentaba a la muerte
mientras se le secaban los bordes de sus hojas
y se iba lacerando con sus propias espinas.

Al ver que su corola rodaba por el suelo
tomó la iniciativa de superar su esencia
pasando del invierno a un cálido invernáculo
sin un sol natural mas también sin escarcha.

Otra aldaba sonó mientras se reponía
y quiso ver su imagen por calmar la zozobra.
Al mirarse en el agua una noche de luna
ya no era más la flor: tan solo era un espectro.

Idella
(2008)

Sin título




escribir un poema en un cuaderno
y exiliarme en la lluvia y la palabra
(Enrico Espino)

cuántas veces la boca se me cierra
cuántas noches la vida se me escapa
cuánta arena cerrándome los ojos
cuánto viento llamando a mi ventana

siento ganas de todo y me arrepiento
de las horas perdidas y las lágrimas
cada vez que cerraba mis balcones
para no ver el sol por las mañanas

me acomodo delante de mi mesa
buscando mantener serena el alma
y cumplir al final las ilusiones
que mi ceguera nunca me dejara

y si el sol no alumbrara mi horizonte
no deseo volver a las andadas

quiero hablar por la boca y por los codos
librarme de una vez de la mordaza
escribir un poema en un cuaderno
y exiliarme en la lluvia y la palabra

Idella
(2009)

Ruego



Si no es mucho pedir yo pediría
poder llegar a ti sin escalera,
y mirarte a los ojos fijamente,
poner en tu regazo mi cabeza.

Gritarte con el alma aquel silencio
del pasado -por miedo al anatema-
ahora que me veo liberada
de tus cargas sintiéndome serena.

Ver un agua que alivie mi estiaje
mezclada con colores de acuarela
iluminando tanto oscurantismo
que me hiciera, quizás, candar mis puertas.

Si no es mucho pedir atiende el ruego:
que sepa yo alcanzarte aquí en la tierra.

Poder llegar a ti sería viable
tan solo si miraras... y me vieras.

Idella
(2008)

domingo, 23 de mayo de 2010

Desesperación



Cadáver de entrepecho y entrepierna
con las penas cargadas a la espalda
arrastro con mi vida mis cadenas
como arrastran las suyas los fantasmas.

A la muerte total estoy abierta
y si esta angustia atroz no me matara
mi subsistencia no sería plena
y vería en la fosa mi mandala.

Que estalle el universo no me importa,
a tanto llega el grado de locura
en este limbo oscuro en que me hallo.

Que toda mi existencia anduvo rota
desde el mismo momento de la cuna.
Que hoy tengo el sentimiento descarnado.


Idella
(28-4-07)

domingo, 16 de mayo de 2010

Silencio...



soy una rama seca
se me secó la savia

shh
silencio

silencio
que se me ha muerto el alma

Idella Esteve
(16-05-10)

jueves, 29 de abril de 2010

Indiferencia




Incendio de un amor que no prospera
y se queda en los lindes de la prosa;
amor que es pura hiel y no otra cosa,
un fuego en extinción, pequeña hoguera.

Celos que dieron paso a la locura
de intentar agradarle a todo trance,
y en la cama quererle dar alcance
con la cara cubierta de pintura.

Orgullo exacerbado tras el tiempo
de sentirse inferior, ninguneado,
que pugna por alzarse, abanderado
de una lucha sin tregua al contratiempo.

Incendio, amor, locura, dependencia...
Hoy ya no queda más que indiferencia.

Idella
(29-04-10)
*
Rectificado:

Poema de des-amor

Los celos dieron paso a la locura
de intentar agradarle a todo trance
y en la cama quererle dar alcance
con la cara cubierta de pintura.

Oculta en el color de la impostura
querer salvar los restos de un romance
no fue satisfacción -no tuvo chance-
sino vuelta de tuerca a su tortura.

Incendio de un amor que no prospera
y se muere en el linde de la prosa
por una solución triste y artera,

experiencia vacía y dolorosa,
un fuego en extinción, pequeña hoguera,
amor que es pura hiel y no otra cosa.
(26-07-10)


sábado, 24 de abril de 2010

búsqueda


Me busco en los espejos de mi nombre
(Alex Cabrera)

dondequiera que busco no me encuentro

me busco en mi memoria
en mis manos tan frías
acariciando ausencias
dentro del géiser de mis sentimientos

me busco en tus ojos
y en los pliegues de nuestros años jóvenes

por buscarme me busco
donde sé que no habré de llegar nunca

párate
me aconsejo

alguna vez
mañana
puede que coincidamos
y me alegre encontrarme

Idella
(24-04-10)

jueves, 22 de abril de 2010

Hombre



si sólo hubiera sido
encontrarme la vida entre tus labios
y ahogarme de pasión
al chocar con tus besos

si sólo hubiera sido
desvanecerme al fuego de tu tacto
creyéndote Vulcano
habitándome ardiente

si sólo hubieras sido mi Dios
entre los dioses

entonces fuiste más

no es tiempo ya de dioses
hoy te prefiero Hombre

Idella
(21-04-10)



martes, 20 de abril de 2010

A ti




Tienes rasgos en ti de belleza imprecisa,
de colores extraños y secretos que cantan
al mirarte a unos ojos verdes como la selva.

Eres la evocación a través de los sueños
y te siento más vivo que en la vida real,
por siempre transitoria. Quizás fue el no tocarte,
el no verte siquiera, lo que cundió en mi ánimo
de jamás olvidarte, de esculpirte a mi modo
como si fueras Dios, el Dios de la palabra
al que elevo mis preces porque soy egoísta,
el que me habla en silencio.

Idella

(18-05-08)

viernes, 16 de abril de 2010

A mi hija Cecilia




Te recuerdo, mi niña, que pinté tu retrato
con toda aquella esencia
que aún te representa:
temperamento fuerte con aniñados rasgos;

desnuda de volantes, el pelo alborotado,
y, no obstante, princesa,
de cowboys y piratas eras la realeza
en tus juegos rebeldes, más propios de muchacho.

Lápices de colores plasmaron esa impronta
que no ha de abandonarte;
y capté en ese instante
un futuro y presente de entrañable persona.

No dejes que el retrato se te vuelva amarillo,
guárdalo en tu recuerdo cuando yo me haya ido.

Idella
(8-07-08)

sábado, 10 de abril de 2010

Blanco





Se ha congregado en mí
la luz de los colores
conformándose el blanco.

Y en la albura paseo las luces de mi sombra,
sombra negra no tengo
y mis noches son blancas,
son albinas mis quejas,
pálidos los temores con que vivo mi vida
y argentinos mis celos
-por mucho que al principio se tejieran oscuros-,
y mi alma es diana
de lechosas promesas,
ardiente claridad en que me ahogo
buscando en los pigmentos
mi ser apasionado
de rojos y de verdes.

No quiero la apariencia virginal
que dan los azahares,
yo me siento amapola erguida entre la hierba
disfrutando o sufriendo
los ardores del sol.
Y por sentir que vivo
quiero mi sombra negra.
Idella
(5-1-08 )

sábado, 3 de abril de 2010

las heridas sonríen


las heridas sonríen

son las bocas abiertas que dejan paso franco
para que aflore el alma y no se pudra inerte

una sonrisa amarga

amarga complacencia de enquistados humores
que subyacen profundos
que nunca se drenaron
y corren como un río en busca de salida
embotando el sentido
provocando locura

las heridas sonríen
y se mezclan con llanto
y se tornan en grito
y no quieren cauterio que aplaque su dolor

sonríen porque quieren
sonríen complacidas
y se muestran desnudas a quien las infligiera
con labios desbordantes de aullidos en silencio


Idella

martes, 23 de febrero de 2010

Sensual



Me gusta la naranja bien jugosa
unida al chocolate en los bombones,
también mezclo el jamón con los melones
y a la fresa con menta hago aromosa.

Ensaladas de pétalos de rosa
con el jugo de uvas y limones
y gotitas de anís, y unos turrones
y una copa de cava deliciosa.

Botánica pasión, sensual anhelo,
perfumes que trastocan los sentidos,
escritos en blasón de nata y crema

con un tallo de flor de terciopelo,
dejarán en las almas adheridos
el aroma y sabor de este poema.


Idella
(5-12-08)

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Amarillo




qué ves en mi amarillo
dime qué

la envidia
o cobardía
de mis bajos impulsos
soterrado furor clamando por venganza
la bilis en mi boca

soy de un color primario
que anduvo secundario por mucho tiempo herido

me mezclé con el negro
y me torné verdosa de pardo disimulo
apagada y perdida mi amarilla arrogancia
mi sentimiento en vilo
hasta quedarme sola
sin brillar por mí misma

hoy solo entro en batalla con los rayos del sol
del que tomé el matiz mas no tanto su llama
y no fulmina a nadie la fría incandescencia
de mi intranquilidad

ese tono que ves es sólo miedo

Idella


(26-11-07)

domingo, 21 de febrero de 2010

Rosa




Toda la oscuridad se me hace rosa,
toda la lobreguez se me ilumina:
claridad que saliendo de tu boca
en mi oído se vuelve una caricia.

Es pastel como el tono de la aurora
el rosado color de tu mejilla,
mi pesimismo se me vuelve euforia
al entrar tu visión en mis pupilas.

Por ti, sólo por ti, cada semana,
se queda la amargura en la trastienda
con dos vueltas de llave encadenada.

Y dejo a tu calor el alma abierta
por que animes los grises de mi cara
limando con tus besos su aspereza.

Idella
(5-11-08 )

Azul


Le depara a mi vida el azul
algo más que del cielo el color
que resalta el brillante verdor
de las hojas de un firme abedul.

En el fondo de un viejo baúl
con aroma de intenso alcanfor
guardo azules de amargo sabor,
de cianosis envueltas en tul.

Es el tinte de penas y celos
al calor de una estufa vacía,
como un negro de lutos y duelos

que acompaña de noche y de día.
Y en el colmo de los desconsuelos
me desgajo de azul agonía.
Idella
(24-11-07)

martes, 16 de febrero de 2010

Gris



¿Qué ves en este día en que el sol no ha nacido
porque se quedó anclado en su último ocaso?
Ves los pájaros mudos en triste vuelo raso
sobre un mar de trigales que ha quedado dormido.

¿Qué ves en este cielo de ceniza teñido
que te opaca la vista y dificulta el paso?
Es genuino color de tu vida y fracaso,
el que te identifica y al que encuentras sentido.

¿Quieres ver un mañana de radiantes colores,
que al alba se despierten con todo el esplendor
del aroma en el agua y el murmullo en las flores,
rojo vivo en la tierra y en el aire verdor?

No dejes que te cieguen el astro y sus fulgores
porque incluso en lo gris se puede ver color.
Idella
(15-11-07)

lunes, 15 de febrero de 2010

El vano encanto de la hipocresía


Un rato, un solo rato y me retiro
de aquí, donde la fe ya no me alcanza;
he perdido los nervios, la templanza
en este ambiente impuro que respiro.

No sé si lo que veo es lo que miro,
el mundo es para mí la adivinanza
de cuándo se está en guerra o hay alianza,
y no tengo un momento de respiro.

Si pudiera bajarme de esta rueda,
con toda honestidad, me bajaría,
el mundo para mí es humareda,
un lodo en el que hundirme cada día.

Ya no tenemos nada, sólo queda
el vano encanto de la hipocresía.

Idella

domingo, 14 de febrero de 2010

Negro




Mis ojos alcanzaron las espumas
y vinieron con ellas perlas lúgubres
naciendo a borbotones en un mar de injusticia
con la estela de un cuervo.

Crespones en la cama,
un beso incinerado en urna de azabache,
un hálito de muerte,
un torvo río lento
con escozor de rimmel corriendo por la cara
al humo de las velas.

El sol se fue ocultando dando paso a la luna
tras una espesa nube.

Y vomité mi grito
con la fuerza imparable de mi boca de cieno.

Y todo se hizo oscuro en el panal de lápidas


Idella
(5-05-08 )

Las hojas muertas




Las hojas muertas,
ingrávidas, tejían las alfombras
por donde se marchaba el último verano.
Un soplo las subía en espirales
como si pretendiera volverlas a las ramas.

Pero ya eran difuntas.

El verano pasaba silencioso
sin ganas de salirse de la escena
esperando un descuido para volver atrás,
en un último intento,
conjurando unos días soleados.
sin poder alentar sus secas hojas
crujiendo entre susurros
el último estertor.


El filo de la aurora desgarraba
la noche transcurrida entre suspiros
de marrones collares
desgranándose tristes.

El verano, por fin, hacía mutis.

Idella
(2-2-08)

sábado, 13 de febrero de 2010

Diálogos poéticos con Ravis



... que aquí aparece como un monólogo for faltar, evidentemente, la parte correspondiente a mi partenaire, Pepe.

Aunque tiene unos años ya, me gustó la experiencia, me divertí haciéndolo y hoy lo recuerdo con cariño.

Idella.



Una vez... hace algún tiempo...






*
Verte pasar por mi lado,
añorarte sin tenerte,
con el pensamiento inerte
y el corazón desbocado

anhelando tus caricias
sin demostrarte pasión:
me impide la educación
el disfrutar tus delicias.

Y cuando cerca te veo
y me envuelve tu fragancia,
tengo que, con elegancia,
disimular mi deseo

pues tú eres hombre casado
y yo mujer recatada
que nunca se atrevió a nada
y dejó su amor castrado.

Ya no es por mí ni por ti
aunque no te lo parezca,
por mucho que me apetezca
no puedo quererte así.
18-12-05



*
(y en respuesta a Ravis):

¿Me estás echando los tejos
de manera descarada?
Lo dije: soy recatada
y no sigo tus consejos.

Y si hiciste esa promesa,
haberlo pensado antes,
no me cambies tus talantes
por hacer de mí tu presa.

Poner hijos por excusa
no tiene merecimiento
ni me convence, lo siento,
¿me tomas por una ilusa?

Lo que dentro de ti guardas
sigue escondiendo, cariño,
no te portes como un niño
aunque de deseos ardas.

Porque te debes a ella
y no quiero ser razón
de romper un corazón,
vete raudo cual centella.

No me mires al pasar,
deja de jugar con fuego,
no lo tomes como un juego
porque te puedes quemar.

Tengo que decirte adiós
y así mi cáliz consumo,
no somos uno: yo sumo
y tú y yo sumamos dos.
(Marzo 2006)

*
Muerto debiste caer
antes de comprometerte;
mi delito fue quererte
y no lo quisiste ver.

¿Acaso me preguntaste
si yo también te quería?
Y viendo que me moría
¿sin dudar no te casaste?

No me vengas con pamemas
que ahora ya no viene al caso;
apura de un trago el vaso
de fuego con que te quemas

Pero mira, corazón,
algo feliz sí me siento
de escuchar tu sentimiento
y que busques mi perdón.

Tengo las uñas clavadas
en las palmas de mis manos
tengo mis cabellos canos
y mis carnes laceradas,

y soy sirena varada
que en la playa se quedó
esperando al que marchó,
sin amor y abandonada.

Todo esto a ti te lo debo,
mi dolor y sufrimiento,
te lo juro, no te miento
y con mi pan me lo bebo.

Reflejos son de mi pena
tu gloria y tu penitencia,
arrójalas sin clemencia
y tira de la cadena.

Disfruto de libertad,
ni milagro ni victoria,
sólo a ti debo mi “gloria”:
la de mi virginidad.
(Marzo 2006)

*
Ay, Señor, cuánta desdicha,
ay, por Dios, qué sufrimiento,
esconder el sentimiento
por no ser la verdad dicha.

Tanto como te quería,
lo mucho que tú me amaste,
pienso que te equivocaste:
fue un fallo de antología.

Careciste de coraje
te faltó la iniciativa,
y tu acción caritativa
me pareció un camuflaje.

No es virtud lo que hay en mí
pues no he podido escoger
y no es cosa de placer
sentirme tratada así.

Ya la virtud no me importa,
tampoco la educación,
si matar el corazón
es todo lo que comporta.

Nunca hubo hielo en mis manos
siendo mi pecho un volcán,
pero contuve mi afán
con cilicios espartanos.

Ahora de nada vale
porque siento renacer
algo que a toda mujer
por el alma se le sale.

Y tal es mi condición
de amarte a pesar de todo
que aunque me revuelque en lodo
te entrego mi corazón.

Ven a mí que estoy vacía,
arrástrate hasta mi puerta,
dejaré la puerta abierta,
acaba con mi agonía.

De este cáliz ya harta estoy,
no temo lo que suceda,
es poco lo que me queda
y quiero entregártelo hoy.
(Marzo 2006)

*
Al fin te muestras sincero.
Acabemos el calvario,
yo seré tu corolario
y tú, el amor que venero.

Adórame cuanto quieras,
inmólate con mi lava,
ese fuego que no acaba
y consume sin que mueras.

Bájame del pedestal,
ama como ser humano
que mi amor no es un arcano
ni soy diosa, ni vestal.

Te quiero a pesar de todo
y lo mucho que he sufrido;
por lograr lo prohibido
luchemos codo con codo.

No mantengas enjaulada
la paloma de tu dicha,
pon en la mesa tu ficha
y arriésgate en la jugada.

Emplazo a tu valentía
para que vengas a mí
porque si no soy de ti
no seré siquiera mía.

Deja obrar los abogados,
sepárate sin temor,
acaba con el dolor
y los ayes acallados.

Tú no puedes exigir,
te lo ruego por mi Dios,
el quedarte con las dos,
no te quiero compartir.

Decídete, corazón,
acaba esta pena mía
que me sume en la agonía
y me priva de razón.
(Marzo 2006)


Idella

viernes, 12 de febrero de 2010

Otro otoño



Es otro otoño, igual a tantos otros.
El viento
se cala en los resquicios
y golpean las puertas en el patio de atrás.

Un recuerdo lejano
ha venido volando con las hojas
a instalarse en la casa,
por sus fueros,
y me mira de frente
con un brillo de espejo que ha quedado difuso,
escondido tras polvo y telarañas
y amarillez del tiempo.

Y le vuelvo mi rostro,
no quiero contemplarle en esta fase
de cristal quebradizo con un mal azogado.

Que me espere allá lejos,
donde los ruiseñores,
donde la leve brisa
de suspiros al aire
y besos a la sombra de un viejo quitasol.

Ahora que es otoño,
para que no se enfríe, no lo quiero conmigo,
con mis flores marchitas
de enclaustrado silencio.

Que regrese al pasado
como aquella quimera que no habrá de olvidarse.

Que me espere allá lejos
porque yo iré en su busca
en las noches vacías cuando llegue mi invierno.

Idella

martes, 9 de febrero de 2010

Lo sé


que merezco la pena

como miles de otros,
lo sé.

Pero también.
*
Idella

domingo, 7 de febrero de 2010

Soy


Soy
lágrima sin pañuelo
que cae pesadamente en un pozo de ausencia
y se retuerce en busca de un saliente
por no llegar al fondo.

Soy
frialdad de ceniza
donde habitaba el fuego.

Y soy
intelecto cansado
que no encuentra respuestas
y persiste en preguntas.

Pero soy.
Aun así
soy,
aunque ser
sea inútil.
.
Idella

miércoles, 27 de enero de 2010

más allá



 la tarde se ha vestido de quimeras
con rojo de satén y verde lago
y cintas amarillas en el pelo

 pronto llega la noche
y el insomnio
o una búsqueda a tientas como loca
por los sueños

 y tú estás a mi lado

pero no estás
ni nadie


allí
donde habitaste tú
hay un hueco vacío
que cavó la experiencia
la decepción
la sombra


no te habré de encontrar
si me empeño en buscarte
donde habita el olvido


Idella




Otras auroras

Hay auroras de todos los colores,
paleta de pastel impresionista,
que alejan el dolor, calman la vista,
o que potencian todos los dolores.

Las mías tienen un matiz difuso
unas veces, mas otras tenebrismo
que activa sin pudor mi inconformismo,
mi rebeldía contra un mundo al uso.

Y pretendo luchar contra el engaño
y me caigo de bruces tantas veces
y no sé a quién alzar todas mis preces
y me duelo con otros, con su daño.

Idella

apenas la promesa en cumplimiento




Hoy andaba debajo de mí mismo
sin poder contenerme.
(José Ángel Valente)


apenas la promesa en cumplimiento
y un susurro llegando a los cristales
y volutas de humo
y ortigas en la piel


y tú tenaz
en tu constante insidia
saliendo de las lindes del refugio
cerrándonos la puerta
y la garganta


y la fe
creciendo subrepticia
como cada año nuevo
en la obcecada ingesta
de la engañosa copa de champaña


Idella

martes, 26 de enero de 2010

promesa

extenderé las ramas más allá de mis sombras
volveré a darte albergue

sacudiré raíces

y encenderé una hoguera que derrita la escarcha
cuando llegue la aurora de los días amargos

y el reloj de los sueños

retornaré a la amnesia
con un fuego en el alma y sonrisa en los ojos

como loca que he sido
por no perder costumbre
continuaré demente
mostrándome ante ti como a un viento solano

pero nunca habrá besos

te acunaré en la noche
te acercaré mi boca

quedamente
al oído
te cantaré una nana



Idella


Allá por mayo de 2008

Me he cansado del rojo de mi pelo,
me he teñido marrón de chocolate,
por paliar la visión de este dislate
puse mechas limón y caramelo.

Al mirarme al espejo me consuelo:
no tuve a mano un verde de aguacate
que pudiera aumentar el disparate,
ni un amarillo incierto de pomelo.

Intento lo genuino en mi melena,
y el desbocado blanco de las canas
lo amansa una tintura en ocre-arena.

Recobro los colores de avellanas,
mis ojos son de miel y soy morena,
cosa lo más común en las hispanas.

Idella
(18-05-08 )