Mis prosas

PALOMAS HERIDAS (O REQUIESCAT)


Regreso mentalmente al viejo palomar. Necesito mirarlo desde arriba y desandar el tiempo, presenciar el pasado, descifrar el dolor. Sí, tanto dolor, padre. Fueron tiempos duros, y es mucha la dureza que recuerdo.


-Padre ¿alguna vez fuiste consciente de ser un maltratador?


El palomar, creado con tus manos -y el fruto de las nuestras-, para llenar tus mil ratos de ocio y tu egoísmo, mientras que tu familia sufría, desvalida. Pero tú sólo hacías lo fácil, lo plácido, y a la vez exigías un derecho por todo.


Tenías palomos deleitándote en el cielo y palomas que sufrían en la tierra, aves de servidumbre con las alas cortadas, con las mentes eunucas. Palomas que se tornaban ruiseñores y cantaban su felicidad, por el premio de un periodo libres de tu presencia, cuando salías de viaje.


-Padre ¡si hubiéramos podido amarte! No tuvimos ocasión, nunca nos la diste...


Aunque también recibimos tus regalos: el desamor, los malos tratos..., saberse responsable antes de tiempo y perder la niñez.


-Padre ¿Por qué tanta crueldad si la más nimia caricia te habría dado el mundo? ¿Por qué dura mi encono después de que te has ido?
¿Por qué tras tantos años?
Ya no podrás responderme si alguna vez amaste. Nunca sabré si fui culpable de algo.


Tu acto de castración me llevó al desespero y crecí en rebeldía...
pero fue irreversible y mis alas cortadas no pudieron volar.


Y así, truncada, regreso mentalmente al palomar y te digo que no quiero que el rencor me ciegue a pesar del daño..., ni encontrarme contigo en el infierno. Por eso, padre..., requiescat in pace.


UN SUEÑO
He soñado que estaba en el fondo limoso de un río, boca arriba, yacente.
Intenté respirar. He notado la angustia de no conseguirlo.
Y esas aguas tan turbias.


Con los ojos abiertos veía -en mi sueño- brozas entre los párpados, que resbalaban hacia abajo buscando las fosas de mi nariz o de mi boca, fuertemente cerrada.


Y no me he resistido. Me he sentido consciente de que todo acababa. Y estaba sola, muy sola ¿Para qué luchar?


Y he cerrado los ojos, inspirando muy fuerte, determinada a abrirlos solo al infinito.




VOCES EN OFF

¡Volar!


¿Con qué alas vas a volar? De todas maneras siempre has tenido miedo a las alturas, a todas las alturas ¡Si hasta eres incapaz de asomarte a limpiar los cristales de las ventanas de un segundo piso!


¿Por qué no afrontas tus limitaciones, tu mediocridad? ¿Qué esperas hallar volando? Seguro que serías un segundo Ícaro.


Mantente en la tierra. También aquí puedes encontrar un campo abonado donde germine tu semilla; a veces, la amplitud de la visión dispersa los objetivos. No toda la gloria está en los cielos, deben de haber glorias menores, gratificantes por lo compartidas, glorias de andar por casa.


No vueles. No lo intentes. Sigue paso a paso. Detente cuando quieras -o cuando puedas- a disfrutar de lo cotidiano. No te exijas hasta el límite de odiarte si no alcanzas la meta que te propones.


Y si volaras, hazlo en bandada. Ten siempre un ala amiga a tu lado por si la corriente de aire te es adversa. Es malo estar a solas en las alturas.


UN DÍA MÁS

Me levanto de la cama y me cuesta caminar. No puedo despegar los pies del suelo y los arrastro haciendo pequeños intentos de apretar las puntas de los dedos por ver si se levantan los talones, que parecen sujetos al piso con cáncamos y alcayatas.

Me dirijo al baño. Pero mis manos no pueden sujetar la botella de gel, ni el peine, ni el cepillo de dientes; los dedos se niegan a cerrarse y todo se me resbala. Me entran unas ganas enormes de llorar y me siento sobre la tapadera del inodoro, totalmente derrotada. Apoyo la cara sobre las palmas de mis manos, escondiéndola, y un sollozo suave hace agitarse mi espalda, acompasadamente, y acentúa el dolor soterrado pero constante de mi columna vertebral.

Una mano se apoya en mi hombro. Una boca me da un beso al lado de la oreja. Y oigo una voz que me dice al oído: "¿Qué haces levantada, mamá? No te preocupes por nada, ya has hecho bastante y no estás bien. Vuelve a la cama, descansa, nosotros lo haremos todo."
Y me acompaña tomándome de los hombros. Me acuesta, me tapa y me da otro beso, en la frente.

Me despierto. Bajo los pies al suelo, lentamente, con mucho cuidado. Duelen.
La casa está callada. Todos duermen. Tengo que ir moviéndome para que mis músculos entren en acción antes de empezar la jornada de trabajo.
Me dirijo al baño a empezar mi batalla con los objetos que no quieren ser retenidos por mis manos.


QUÉ ME INCITA A ESCRIBIR


¿Qué me incita a escribir? ¿Qué me seduce de la palabra impresa? ¿No me bastaría, acaso, con el pensamiento?

Ah, el pensamiento, qué rápido pasa. Necesito encadenarlo aquí, palabra por palabra; sublimarlo o verlo en su total estupidez pero tenerlo a mano; ponerle aquí, quitarle allá, enmendarlo o mimarlo, darle forma; ponerlo en comunión con la palabra.

Cuando el pensamiento toma forma física es cuando se le puede ver en su magnitud, deja de ser una abstracción en cuanto que se puede ver en su extensión y se puede analizar desde distintos enfoques, fueren cuales fueren.

Qué difícil es entonces adecuar la palabra al pensamiento sublime, a la introspección, al silencio.
Tanto más difícil es intentar expresar el sentimiento en toda su intensidad, cuando la palabra "entelequia" dice nada o poco y se quiere hacer sentir lo que uno siente, con toda la potencia, con toda la pasión.

Ese es el reto.

HERENCIA

Voy dejando, por allí donde paso, pedacitos de mí, de mi loca cordura que hace pensar riendo -o debatirse en llanto, según lo que convenga al momento preciso.

Me despojo de los jirones con que se revisten mis huesos y los voy repartiendo como una herencia en vida a los que me suceden, como ropa de luto que los irá cubriendo el día de mi muerte tal si fuera un "prêt a porter" -a alguno habrá que meterle a las costuras- que se hizo sin medidas pero que sirve para la ocasión. Y todavía, es posible, se teñirán de infinitos colores si es posible el usarlos en distintos eventos. Hay que ser económicos, esa es mi enseñanza pues fue lo que aprendí.

Si, esa será mi herencia.
¡Ay! ¡Qué malo es ser pobre!


SÓLO ME SALVA EL VERSO

Hay algo soterrado que me va consumiendo y quiero descubrirlo por que vuele con el aire, aunque quede vacía.

¿Es abriendo mi pecho como he de conseguir que se vaya en palabras?

Mas la añagaza loca de mi mundo interior no deja alternativas y me hundo, cada vez más me hundo, y me encierro callada y con bolsas de cal.

Solo me salva el verso: la pértiga flexible con que a veces, solo a veces, me levanto en un vuelo.


EN SILENCIO

Tan hacendosa era ella que todo lo remendaba, y cosía y recosía; y de tanto recoser, se le fue un punto a la boca.

Era mansedumbre suma.

En su afán de ser perfecta no levantaba la cara por el miedo de ofender, y no vio, pues, las alturas; se conformó con adulaciones a ras de tierra.

Casi no se la advertía, tan queda, tan sojuzgada, que más que habitar la tierra transitaba en el abismo.

Se fue a la tumba contenta, que en su paso por el mundo dejó su labor cumplida.

Como los chorros del oro ya se la había dejado en horas dominicales, después de misa de siete; y hasta la había adornado con cortinas de franela.
(26-8-07)


SURREALISMO (o después del champagne)

La lluvia tiene un dejo triste en su discurso y habla con palabras lánguidas que se escurren hacia adentro y repiquetean en el alma hasta que ésta se cubre de musgo; parece, incluso, que la transitan caracoles. Mi alma está llena de caracoles.

A veces llueve tanto, tanto, que se encharcan los pulmones y es difícil respirar; entonces hay que toser el agua sobrante.

Y aún no ha terminado una lluvia y parece que empieza otra.

Voy a la caza de nubes para encerrarlas en jaulas, pero me sonríen con cara ladina y siempre encuentran un resquicio por donde escaparse y empezar de nuevo vertiendo, insolentes, toda su descarga. Las nubes no tienen piedad --yo nunca quise andar entre nubes.

Por eso no es raro hallar en su entorno mariposas negras de nylon impermeable, persistentes, acompañando ese rumor en el cerebro, horrible rumor de lluvia y aleteos.

He querido acabar con todo encendiendo una hoguera, pero el nylon inflamado se ha adherido a las nubes provocándoles enormes agujeros y, en castigo, he sido amenazada con un diluvio. Ya caen sobre mí Niágaras e Iguazúes.
(1-1-08)


……(II)
He salido al exterior y sigue lloviendo.

Pero ya las burbujas del champagne no son más que acidez en el estómago. Mis ojos observan con estupidez cómo caen las gotas sobre las hojas de mis geranios. Ya no hay nubes grises que cazar: todo el cielo se ha vuelto gris, y no hay más cataratas que un telo blanco que me cubre las retinas. Pero huele a primavera y las mariposas negras se han teñido de colores, han experimentado una metamorfosis fuera del capullo, sin pasar por la fase de crisálida.

Los capullos están vacíos. Como siempre.

Y yo temo la reacción: mi efecto mariposa.
(27-05-08)


SURREALISMO (Los capullos)

Una mera envoltura, líquido viscoso solidificado; brote que no ha acabado de abrirse.

Y cuántos, cuántos que no tienen nada que ver con la naturaleza aunque parezcan vegetales. Pero son vegetales con ínfulas, y esporas urticantes, venenosos con el contacto.

Cuando te encuentres con un ramo de capullos échate a temblar y huye, que no te gane la curiosidad. Son de una especie protegida aunque no estén en peligro de extinción, porque te los encuentras en todos los jardines, los hay rastreros y trepadores, entre la rocalla o en hermosos y cuidados parterres..., ah, y los hay de todos los colores.

Los he visto en casas humildes, habitando una botella de Coca-Cola. También son capaces de adornar los palacios en carísimos jarrones de Sèvres, colocados en alto, para que puedan mirarnos por encima del hombro.

Proliferan de manera alarmante en las pantallas televisivas, mientras los demás vemos cómo crecen, cómo medran, cómo de capullos van tornándose pulpos que extienden sus tentáculos, o cómo extiende sus negras alas de vampiros para succionarte la sangre.

Y tú..., tú te sientes como una corola abierta, adulta, ajada y con los pétalos por el suelo.
(28-05-08)


LIKE IN A BRAVE NEW WORLD

Sé que no me hace falta tomar soma y evito como puedo la idiopedia que me brinda el sistema.

Me rebelo, a pesar de que soy una Epsilon reproducida tecnológicamente por mor de la conveniencia.

Un método hipnopédico trata de sugestionarme para que perciba la felicidad de sentirme, al menos, Delta ¿ecologista? implicada en la conservación del planeta -aunque sigo careciendo de sus Zodiac con motor fuera borda-, para que no envidie a Alfas o Betas, esos infelices privilegiados que -pobrecillos- llevan solo una vida asquerosamente muelle.

Pero el efecto es contrario. Hacen que me sienta culpable de estar destruyendo la Tierra, de derrochar energía y malgastar agua. Intento calentarme en invierno y mantenerme limpia ¡qué derroche! Los Alfas economizan consumiendo unos cuantos metros cúbicos menos de agua en sus jardines, piscinas o campos de golf ¡eso sí que es economía!

Lloro porque no puedo tener en mis manos esa ramita de manzanilla, o de romero, o de lavanda. A los Epsilones no nos está permitido arrancarlas. Hay que hacer las cosas a lo grande, a lo Alfa-Beta: talar un bosque para construir una mansión. Entre ellos se permite todo.

Y lloro también por los dinosaurios desaparecidos, por los otros animales evolucionados, por las nuevas generaciones surgidas; por todo lo que es mi delito: ser humano.

Pero sigo resistiéndome al soma y quiero ser, como el salvaje, ajena a las enseñanzas institucionales. Seguir creyendo que ser críticos merece la pena, que pensar no hace daño, y que yo no tengo la culpa -al menos no toda- del calentamiento global ni del agujero de la capa de ozono. Que el sol, como estrella, se va muriendo sin que lo mate nadie y que la Tierra seguirá su curso, con sus ciclos, como siempre, hasta que se acabe.

¡Ay de los pobres Epsilones que tuvieron que digerir la teoría heliocéntrica con todo un tiempo anterior creyéndose el centro del universo!

Los inteligentes Alfas y Betas seguirán marcándonos el camino, los Gammas y Deltas nos harán sufrir colas interminables de tediosa burocracia. Y aun así jamás tomaré soma.
(6-06-08)


CONVIDADO DE PIEDRA

Hace muy poco alguien me llamó “convidado de piedra”.

Me pregunté en el acto si este señor habría leído a Fray Gabriel Téllez. Pero, dado que a continuación y sin darme tiempo a responder añadió que "le traía al pairo lo que yo pudiera decir", opté por volverme más que roca, granítica escultura mortuoria, sin importarme si tenía al otro lado del teléfono a Don Juan de Mañara o a Don Juan Tenorio, y no me importó lo más mínimo que mi Burlador en lugar de telefonearme desde Sevilla lo hiciera desde Barcelona.

No fue una sorpresa, porque a estas alturas nada o casi nada me sorprende, pero sí que he de decir que me molestó y mucho la prepotencia y la falta de educación.

Supongo que porque mi voz a través del hilo telefónico suena más juvenil de lo que sería deseable, el buen señor pensó que tenía a su alcance una joven secretaria a la que deslumbrar con su cargo y su fuerza léxica. Su ironía trasnochada me daba risa y me hacía pensar -y juro que no era mi intención- que en esos momentos, con mi silencio, dejándole hablar -y sospecho que escucharse a sí mismo- estaba haciendo mi buena obra del día, y gratis.

Desde ese mismo día me esfuerzo, cada vez más, en pensar que al otro lado del teléfono hay una persona escuchándome. Eso, una persona.

Y es que los que queremos aprender estamos siempre así: aprendiendo.
(18-06-08)


SUEÑO

Ayer soñé que perdía todos mis objetos personales.

¿Quién era yo?, me pregunté, ¿Qué podría identificarme? Sentí una angustia infinita y me desperté sobresaltada.

Sentada en el borde de la cama pensé que mientras que exista el recuerdo nunca me encontraré perdida, porque habito en los otros de la misma manera que ellos habitan en mí.

Hoy me he deshecho de algunas pertenencias. Y sigo siendo yo.
(22-06-08)


LAISSER FAIRE, LAISSER PASSER

Llevo un día cabrón. Me pregunto por qué me habré levantado porque no quiero ser tan drástica como para preguntarme por qué me habré despertado.

De nada vale volverse a acostar, sería peor dejar las cosas a medias, las riñas a medias, reproches a medias..., los hijos a medias.

Y es mejor quedarse levantada, pero aprendiendo a morderse la lengua no importa lo que se oiga, o lo que se vea, o lo que se sienta: "Laisser faire, laisser passer".
(Maintenant, je suis en train d'apprendre; et je sais pourquoi je dis cela).
(29-06-08)


IDEALISTA...

Cuántas veces creí que estaba en mi mano solucionar algo. Cuántas veces traté de convencerme de que mi granito de arena formaría parte de una montaña.
Me tropecé con las rocas que ya tenían estatus de roca, mi grano de arena se lo llevaba el viento.
(de la respuesta-comentario a un compañero)
(29-06-08)


OVILLO

Yo me vengo ovillando con más y más frecuencia en un rincón oscuro, y salmodio hacia adentro cantares de mi infancia. Añoro mis tebeos con reyes, y princesas cautivas en las torres, con ogros y madrastras, con príncipes valientes subidos a caballo, escalas, y murallas salvadas con bravura para besar sus frentes.

En un cuento de hadas, van pasados recuerdos para evitar la inercia de cuentos cotidianos con los que me apedrean desde todos los ángulos.

Es el pájaro azul del que arranco una pluma para escribir mis versos, la triste fantasía de quien busca volar sin vientos y sin alas en la vacía esfera, romántica ilusión
de mujer limitada ansiando lo infinito.

No son solo canciones, es algo de respiro para el final que llega tras una vida ardua.
(2-07-08)


SOBREMESA

Puto café caliente que cayó derramado por mi impulso sin fuerza, mientras gotas de sal lo iban enfriando. Tendré que evitar leer en la sobremesa las cosas que me conmueven el alma.

Yo leía a esa Oscura de espíritu claro, la que leo en momentos difíciles y cuando busco un desahogo. Y copiaba sus versos, despacio, intentando esa antigua caligrafía que tanto me gustaba y que se ha ido deteriorando, como otras tantas cosas en mí. Mi mano, casi sin vida, a veces tiene vida propia y quiso solidarizarse con mi corazón, o el de ella, y mi mano lloró; tan desconsoladamente lo hizo que parecía un pecho sobresaltado y dando sacudidas por el sollozo. La taza tuvo el atrevimiento de ponerse en su camino: peor para ella.

Mientras tanto, el humo del cigarro disfrazaba y ponía una convincente excusa a unos ojos enrojecidos que iban, sin el equilibrio de Gaia, a Varanasi.
(7-07-08)


SURREALISMO (HOY: TINTO DE VERANO)

Vengo veruicueteando desde hace ya tanto tiempo que hasta los caminos cortos parece que se hacen largos.

Y me paro en cada esquina, más que por medir qué queda, por ver lo que voy dejando en cada paso que doy; y ya me estoy convenciendo de que tampoco dejo tanto.

Boquitorcida por fuera, por dentro pechicerrada, me voy del alba a otra aurora caminando pensamientos. Descanso en el báculo de una crítica total porque no se me cuartee el barro del que estoy hecha, que ya es sabido de todos lo que puede hacer el fuego o el cambio brusco de temperatura.

Sólo le temo a la lluvia. No hay bastón sobre el que apoyarse para evitar que te vaya diluyendo poco a poco, tan poco a poco que no te das cuenta de que has quedado reducida a una estatuilla de terracota para que alguien adorne contigo su alacena.
(9-07-08)


HORIZONTES

Nunca antes había viajado de espaldas al horizonte hacia donde te encaminas. Era como si estuviera desandando el camino.

Sentía una sensación extraña al pensar que lo que mis ojos veían era el pasado, mi visión era la de un lugar en el que ya había estado y que no podía recuperar, el horizonte de llegada permanecía invisible.

Pensé: "Así es mi vida y en este momento me doy cuenta. Disfruta del paisaje que se aleja y abre los ojos para el momento de la sorpresa: aunque no se vea, siempre te espera un futuro".
(12-08-08)


DE LO SENCILLO

El sabor imaginado de un mate, unas palabras desde la distancia... y tan cercanas, unas sonrisas en todo el día, más bien al comienzo de la madrugada... y nuevas fuerzas para el mañana.

Y es vivir, poco a poco, disfrutando de las cosas ¿sencillas? ¿Acaso la amistad es sencilla? ¿Lo son las relaciones, la familia?

¿A quién se le ocurriría identificar lo sencillo con lo que no cuesta dinero?

No, no es sencillo alimentar las cosas, los afectos que verdaderamente nos importan. No es sencillo sonreír y ocultar el dolor cuando nos quema el alma, no es sencillo mantener la integridad, ni dormir cuando se tienen preocupaciones.

Pero hoy, desde mi insomnio, puedo dar las gracias de que estoy y de que siento y de que todavía convivo con estas cosas difíciles que comportan mi vida.

A fin de cuentas ¿por qué ha de ser fácil o sencillo?
(14-09-08)


A SOLAS

Hay días en que me apodero de mí misma y no me dejo vencer por los otros, ni siquiera por el espejo. Me basto para hacerme daño y para curarme las heridas a lametones, para ofrecerme una mano y levantarme.

Hay días, muchos días, a solas conmigo.

*
Intento lluvias una y otra vez en cada otoño. Pero no he podido hallar sutileza en los vendavales.

*

Me enamoré del silencio y lo llevo encadenado a mi corazón, para que no se me escape por la boca y, calladamente, mutile mis palabras.
*
(24-11-08)


SURREALISMO A COMIENZOS DE DICIEMBRE

Veo ojos con cola de pescado volando por los aires y, en la tierra, unas cuencas vacías llorando arenas. El mar rompe sus olas en terrones de azúcar.

Todo marcha al revés en estos días.

Las copas de los árboles sumergen su melena en las acequias y se enraízan en las nubes. Se han pasado los sótanos a las azoteas.

Sólo algunas cosas continúan como siempre.

Los canallas encuentran su premio, los pobres se mueren de hambre y de asco; alguien, siempre, sale ganando en una guerra (por eso encuentran placer en provocarlas) mientras que los desheredados caen destrozados. A los tramposos les perdonan las deudas.

Y yo sigo sintiendo arcadas.
Y por mucho que me lo merezca nunca nadie me sube el sueldo.
(2-12-08)


A SOLAS II

No te esfuerces en hacerme daño, también tengo momentos de introspección donde me enmaraño en espinas.

*

En el silencio del insomnio mi corazón es una máquina de tren sin frenos.

*

Y la noche y las nubes y el agua, y yo que me deshago.

*

Dejadme que fume: el humo esconde mis propias brumas.

*

Me miro en el espejo y tengo que recordar que aquello que no veo lo tuve alguna vez.

¿Por qué no se refleja el temperamento?

*

Escribo mis silencios en una página en blanco y el resultado es que no se ve nada aun siendo el silencio negro. Incluso así escribo.

*
(13-12-08)


A SOLAS III

He visto el mar desde otra perspectiva, y en el cielo navegaban las gaviotas.

*****

La tarde se llenó de colores y le pasé un pincel con aceite de linaza. Irremediablemente yo.

*****

Cuando estés en la tumba no dejes que te invada la taquicardia. Piensa en algo bonito o recuerda un amor.
(26-12-08)

UN DÍA MÁS