sábado, 31 de marzo de 2012

Ese hombre


tiene el entendimiento semicerrado
y confunde la noche con la mañana
el postigo la puerta y la ventana
a cal y canto guarda y con candado

no se entera de nada y a nada atiende
no le importa qué pasa en derredor
no se siente atraído por una flor
ni el delicioso aroma que ésta desprende

va con venda en la cara caminando
sólo de vez en cuando destapa un ojo
e impertérrito observa sin un sonrojo
que la flor a su lado se va amustiando

y porque ella se crea que le interesa
pone el grito en el cielo por algo nimio
creyéndose al momento ser el eximio
defensor de una honra que se halla ilesa

Idella Esteve
(10-7-07)

miércoles, 28 de marzo de 2012

Imagino


Imagino que sólo estoy de paso
y que el agua existente me diluye
sin calmarme la sed. Río que fluye
y en su corriente voy hacia mi ocaso.

Imagino el sonido del fracaso
entre las rocas donde se recluye
el eco de mi voz, donde concluye
mi canto de ansiedad a contrapaso.

Con mi imaginación volando sigo
buscando más allá de la neblina
el cálido temblor de la esperanza,

y con pasión tenaz, si lo consigo,
dejaré de una vez mi voz cansina
con tonos de acritud y de añoranza.

Idella Esteve
(20-10-07)

martes, 27 de marzo de 2012

Hay cosas


No sabría decir si estoy viviendo
o si sueño perdida en la maraña
de una jungla cruel, feroz, extraña,
inmersa en la negrura, en lo tremendo.

No sabría decir si estoy creciendo,
si sé dejar atrás toda cizaña
o tendrá que segarla la guadaña
que nos acerca el ser de negro atuendo.

Hay cosas que trascienden a la vida
por más que le inventemos paliativos,
que nunca, nunca, nuestra mente olvida

y llevamos presentes mientras vivos.
Hay cosas de poder inmarcesible,
losas de un material indestructible.

Idella Esteve
(29-3-07)

lunes, 26 de marzo de 2012

Ya la luna no está lejos


Poeta, ya la luna no está lejos,
sólo a un tiro de piedra
su cara reflejada en una fuente.
Se ha quedado cercana
y no quiere ser musa.

Pues, cántale a las rocas
y a los fondos marinos
y al agua en la cascada
y al florido arco iris
que en ella se refleja iridiscente
y a las profundas simas
donde se alberga el magma
que un día ha de salir
del centro de la tierra.
Utiliza sus tonos,
haz versos de colores
de tinte impresionista.

Si te sientes valiente
atrévete a cantarle al sentimiento
de un corazón cerrado,
al alma, por cansancio entumecida,
y a los ojos con lágrimas,
y a los oídos sordos
del que todo lo tiene
y al que va por el mundo
con las manos vacías
y al que perdió la fe
no solamente en Dios...

todo aquello que parece cercano
y nos queda remoto.

Antes de que te quedes sin aliento
atrévete a contarles tus poemas
por si sirve de algo la palabra.

Idella Esteve
(26-03-12)

viernes, 23 de marzo de 2012

Sencillamente



Te dejé libertad por que supieras,
y sentir yo a mi vez, lo que es ser libre
de toda obligación y de porfías
para amar libremente.

Pero me equivoqué
porque tan sólo tú fuiste el liberto.
Yo quedé a tu recuerdo encadenada
por siempre, y a tu amor.

Toda mi alma dedicada a ti
sin más alarde, así, sencillamente.

Idella Esteve
(23-03-12)

jueves, 22 de marzo de 2012

A solas (V)



Me subyuga el mundo de las palabras y, sin embargo ¡cómo me duele cuando de mí se alejan!


*
Dos pétalos de flor en carne viva: unos labios cargados de deseo.


*
Y en el umbral de tu boca, un beso es caerse al vacío.


*
Mirarse en el mar profundo sin hallar reflejo, morirse de sed entre tanta agua.


*
En mi insomnio deseo que el reloj se detenga. Y el reloj se detiene. Pero el tiempo no.


*
¿Qué encontraré cuando traspase el umbral? ¿Amnesia? ¿Anestesia? ¿Luz? ¿Oscuridad? ¿Nada? Si es que me cortan el cordón umbilical ¿A qué nueva vida naceré?


*
¿Para qué vivo? ¿Por qué muero? ¿Qué hubo y hay de mi voluntad? ¿Dónde el libre albedrío?


*
Tras una vida de polcas y mazurcas, de zapateados y rock; muerte: bailemos un vals, llévame contigo en vueltas, envuelta, suavemente.


*
Hay noches en que bebo de la poesía; otras, me ahogo en un poema.



Idella Esteve
(20-03-12)

miércoles, 21 de marzo de 2012

Amores


Las galerías del alma son cerrado laberinto
donde duerme encarcelado el amor que queda extinto.
(Idella Esteve)

Siempre que pienso en amores
recuerdo cuántos dolores
me trajisteis, y porfía.
Amores del alma mía
que permanecéis callados
y encerrados
al fondo del laberinto
de un corazón con precinto
porque no salgan las penas.

Amores de mis condenas
cuánto fuisteis mi sustento
por no tener pensamiento
en un futuro dolor
y el amor
era un gran campo de estrellas,
refulgentes todas ellas
que cegaban los sentidos.

Amores desprevenidos
de cada infidelidad
cuando todo era verdad
en la inconsciencia del sueño
donde cada uno era dueño
de entregar su corazón.

Amores en la aflicción
viviendo en pos de la dicha,
morada de mi desdicha
en las noches,
alcoba de los reproches
de la duda y de los celos,
pozo de mis desconsuelos
donde se ahogaba mi llanto,
espejo del desencanto
donde se mira mi ser.

Llega ya el atardecer
y tengo que liberarme
porque no quiero abismarme
angustiada,
tampoco ser la abnegada
que toda afrenta perdona,
no quiero llevar corona
con espinas,
tengo fuertes mis esquinas
y fuerte es mi voluntad.

No pretendáis libertad,
mis amores,
si antes causasteis temores
hoy no arrío mi bandera
y soy justa carcelera.

Idella Esteve
(19-03-12)

lunes, 19 de marzo de 2012

Hoy me siento pequeña


bájate desde las ondas de tu mar de nubes
navega por las espumas de los cirros
permite que te lleve el viento
hasta un prado
de verdes y amapolas
y florecillas blancas

no dejes que la roca te contagie
su tacto de aspereza
ni que su gris te inunde
y mécete sutil en las hojas del loto

después de este viaje, del vuelo y el descanso,
introdúcete en casa cuando llegue la tarde
sin llamar a la puerta

con la mirada limpia
con la pupila clara donde nada se enturbia
con voz apasionada
trénzame tus poemas
de redención y amores vehementes

después de tus promesas y caricias
llévame al dormitorio

y cántame una nana
que hoy me siento pequeña

Idella Esteve
(26-7-07)

sábado, 17 de marzo de 2012

Tus ojos






Tus ojos, pájaros con alas negras
volando más allá del horizonte
en busca de ideales,
que no ideas manidas ni sectarias,
golondrinas ingenuas
-¡qué cándida avidez de amaneceres!-
van surcando los cielos
de auroras boreales
sintiéndose atraídos por colores,
sin saber lo que ocultan,
por ver si se contagian sus pupilas
con un tinte de luz y fantasía.
Pero no ocurre nada.

Izan velas, se embarcan
para indagar desconocidos mundos
navegando por mares abisales.

No son aves marinas
y naufragan en ellos.

Idella Esteve
(17-03-12)

viernes, 16 de marzo de 2012

Sinfonía


Un adagio de lluvia
va calando lentamente la tierra
y mi alma se mira
en los pequeños charcos
conteniendo un suspiro
de blancas consonancias,
aguantando un silencio
de redondas cadencias.
Se transmuta el espíritu en suavidad de agua.

Ha arreciado.
En los cristales suenan las corcheas
veloces de las gotas;
se ha iluminado el cielo
con la luz del relámpago
y de pronto se oye
el estruendo de un trueno,
el temblor en la casa,
tintinar de metales,
y el llanto de los niños asustados
al ver el rayo que cayó tan próximo.
Se disparan alarmas en los coches
estallando un concierto de sirenas,
de coral en el aire
que acompaña al diluvio.

La tormenta ha pasado y luego todo calla.

Efímera quietud.

La algarabía empieza
y conturba al sosiego.
Se ve gente en las calles, van cantando.

Reanudan el desfile suspendido
y, tras los comparsistas,
van sonando las bandas.

A un golpe de tambor calla la música
delante de un portal:

Sale la abanderada.

Idella Esteve
(16-03-12)

Poesía


Sufrí en mi corazón tus puñaladas;
las heridas abiertas, como labios,
suspiraban dolientes los resabios
de entregas desdeñadas.

Marchándote segaste la corriente
con que al cerebro el alma transmitía
y no vi ni sentí, quedé vacía
al percibirte ausente.

Te esperaba despierta, con fruición,
con el alma en la mano te esperaba,
mi poesía, y nunca me llegaba
tu cruel inspiración.

Idella ESteve
(17-6-06)

Remonte


No ha de volver en mí la primavera
-pasaron, es verdad, cincuenta inviernos-;
ni habrán de renacer los brotes tiernos
de juventud, aquella fe primera.

Mas puede que se cumpla la quimera
que es extirpar mis miedos sempiternos
sembrando sueños donde guarecernos,
que crezcan en sutil enredadera

trepando por el alma, por que anime
a ver la claridad del horizonte:
Con la esperanza todo se redime.

Porque me queda el mar, y el verde monte,
el olor de las flores, lo sublime
y algo de candidez para un remonte.

Idella Esteve
(12-04-06)

jueves, 15 de marzo de 2012

Desperfecto


Sé que soy un perfecto desperfecto,
fue la vida rompiéndome en pedazos,
tan sólo arcilla cuarteada y rota,
figurilla que en lluvia se deshace.

No encuentro un alfarero que me arregle
y estoy cansada de tantos dolores,
revuelta toda estoy
cerca ya de de mi ocaso,
pegamento no hay
para unir mis destrozos,
y no tengo ilusión para el placebo.

Tendré que resignarme.

Yo, que hubiera querido ser de mármol.

Idella Esteve
(5-7-05)

Soneto a una amiga (reposición)



Recitado en el festival "Gritos de Mujer", en Manresa, por la poeta Gilma Arévalo Bartra



Llegas a mí desnuda de esperanza,
tienes un aire triste y conturbado,
te preguntas, quizás, qué te ha pasado,
y el recuerdo te hiere como lanza.


Has perdido la fe y la templanza,
ya no confías en el ser amado,
cuentas que te ha burlado y maltratado,
sientes que tienes ganas de venganza.


Sufres, y ese sufrir te desespera;
amas, y no te ves correspondida;
rezas, mas el rezar no te libera.


Lucha, dando sentido ya a tu vida,
o huye y no te apreses en la espera.
Vive. Que no te gane la partida.


Idella Esteve
(17-9-05)

martes, 13 de marzo de 2012

Nocturno


Ay, la luna y la noche,
y qué noche tan negra.

Los grillos están mudos,
se ha callado la tierra,
tan solo se oye el eco
de una brisa agosteña,
se adormeció el amor
y despertó la ausencia,
se apagaron las risas
y se encendió la pena.

Una mujer se escucha
que tiembla y que jadea,
lleva un llanto sorbido
tiene negras ojeras,
va con los pies descalzos
hollando la alameda
corriendo tras el hombre
que antes la poseyera,
rogándole a la luna
que alumbre sus tinieblas.

Ay, la luna que ríe,
parece una alcahueta.

El gitano, que huye,
va escalando la sierra
porque quiere alejarse
de esa moza agarena
que se entregó alocada,
sin pudor, en la alberca,
con tacto enfebrecido
en su piel de canela,
con pasión en el pecho,
con fuego en las caderas,
sus ojos de obsidiana
convertidos en teas.

Y suplica a la luna
que lo esconda de ella,
que oculte tras las nubes
su rutilante esfera,
que amortigüe su luz
y opaque las estrellas,
que no quiere casarse
ni cumplir sus promesas,
pues hace mucho tiempo
que otra mujer lo espera.

Y la luna allá arriba
disfruta con la escena,
ilumina unas veces
y otras tantas sombrea.

Ay, luna, qué engañosa
con los amantes juegas.

Idella Esteve
(23-11-05)

Isabeau y la Luna


Hoy el insomnio me dió por romancear. Un poco más ligera que estos últimos días, más descansada. Adoro ese octosílabo que siempre viene en mi ayuda.



¿A dónde vas Isabeau
desgranándote en el aire
como una madura espiga
con el viento de la tarde?

¿No ves que arriba el ocaso
detrás de los encinares
y tras él llega la noche
para venir a buscarte?

Mira que la luna oscura
quiere prenderse en tu talle
cuando llegues al alcor
y bajes los arenales.

¿No ves que te encuentras sola,
que no tienes quien te guarde
y que ese astro nocturnal
quiere la muerte jurarte
desde aquel día en la hoguera
que a su poeta besaste?

Que tú fuiste traicionada
en su ceguera no sabe,
que fue testigo de amor
nunca de infidelidades.

Escóndete donde puedas,
no la mires, no le hables,
no entres en el meandro
para que no pueda ahogarte
su reflejo adamantino.
Cuida que tus pies no bailen
al ritmo de sus encantos
que es muy ladina y cobarde
y que está enferma de celos
porque ignora ese detalle
que tú siempre has ocultado:

No fue el poeta galante
quien le dedicara versos
de nácar y de diamantes
por que a juego con su cara
resaltaran su donaire.
No sabe que fuiste tú,
pues desconoce tu arte,
la que labraras gentil
tus versos en fino engaste.

Recítaselos, oculta,
sin mostrarte en ningún trance,
quizás al oír tu voz
se conmueva y desagravie.

Seréis dos enamoradas
llorándole a un mismo amante,
que aunque os traicionó a las dos
aún persistís en amarle.

Idella Esteve
(13-03-12)




lunes, 12 de marzo de 2012

Hagamos un entente


hagamos un entente y olvidemos
las guerras del pasado

cerremos la memoria
y pongamos barreras
al dolor del costado y del aliento

sería suficiente
luchar para un presente y un mañana
o ni siquiera eso
si vamos paceando a un futuro
codo con codo

aprovéchate hoy
que estoy en pie de paz

Idella Esteve
(12-3-12)

Insomnio


Las horas van pasando...

En silencio mi duelo se acomoda,
queda señor del alma y la razón.


Pertinaz estilete, los recuerdos
hurgando mi reposo
-mientras finjo sentirme indiferente
a todo discurrir-,
sacando desde adentro todo resto,
sedimento de ruinas y pereza,
de enorme cobardía,
que quedó por drenar.


Se instala, digo, taciturno; oprime,
llenándome de angustia y arrebato,
pidiéndome una lucha
más allá de mis fuerzas
por dar cabida al sueño
de sentirme valiente,
instándome a que salga
de esta piel en que habito
e intente recorrer el universo,
siquiera en un poema.


Mientras huye de mí toda palabra,
van pasando las horas...



Idella Esteve
(5-5-06)

viernes, 9 de marzo de 2012

Descreimiento II


... de esta segunda inocencia

que da en no creer en nada...
(Antonio Machado)

En mi segunda inocencia

-como dijera Machado-,
doy en no creer en nada,
que llevo ya muchos años
posados en mis espaldas, observando: amaneceres
rosas, y negros ocasos,
alzarse y caer la luna y encontrarse con el sol,
días lenes , sosegados,
tardes tibias en abril,
mediodías del verano,
del invierno noches frías.


Nada puede sorprenderme, tengo el ser acostumbrado,
y me he aprendido la historia
de aquellos que antes ganaron
y los que ganaron luego -y los que habrán de ganar-.


Así es mi descreimiento: dudar de la risa o llanto
y también de la justicia.


Igualdad: ¡Qué gran engaño!


El imputado no teme:
Sale indemne si el dinero y poder van de la mano;
no importan las tropelías ni la rapiña ni el hurto,
ni el insulto: son conscientes de que existen desgraciados
que habrán de pagarlo todo,
los jóvenes, los maduros, adolescentes o ancianos,
de esa pobre clase media
que se nos ha ido acabando
que poco a poco se muere por la gran desproporción
de los sueldos y los pagos...
y los ricos son más ricos...,
crecen los desheredados.


Y no culpo sólo a unos por unas medidas drásticas
sino sólo que los cortes van siempre del mismo lado.
Ni a los otros por dejarnos
a las puertas de la ruina,
que sabiendo lo que había, con cinismo lo negaron.


¡Cuánto pueden los comicios!
¡Cuánto el voto aprovechado!


Nunca castigo sufrir
tras de los desaguisados,
y nunca, nunca, jamás
devolvernos lo robado.


Quizás es que los entiendo al ver cómo sus "asuntos"
se han ido desarrollando.
Que están todos muy de acuerdo
en no bajarse los sueldos porque eso es para "pelados".
Y además algunos tienen una recomendación
para no quedar en paro.


Idella Esteve
(9-3-12)

jueves, 8 de marzo de 2012

Era una casa de ceniza y viento


Era una casa de ceniza y viento
con balcones mirando hacia el abismo,
con ausencias de voces y de risas
que creaban un eco sepulcral.

Sólo de vez en cuando algún adagio
se dejaba escuchar tras de sus muros
rezumando con lluvia sus fisuras
mezcolanza de sal y de retama,
en eclosión de angustia y de tristeza.

Se fue licuando, negra en sus residuos,
marchó despacio para darse al mar.
Allí por fin hallara una armonía
que no tuvo jamás tras sus paredes.

Era como un violín con cuerdas rotas,
alma y madera que no puede hablar.

Era mi corazón desesperado.

Idella Esteve
(7-3-12)

martes, 6 de marzo de 2012

Alma


Alma oscura que en penumbra
se angustia y llena de pena
buscando esa luz que alumbra
y la haga sentir serena.

Alma que por los rincones
buscaba la comprensión
y hallaba malas acciones
a la menor ocasión.

Alma que a todo se ha dado
sin pretender tener nada
y que al final se ha quedado
entumecida y gastada.

Alma que anda sin cabeza
y con la razón perdida.
En increíble tristeza,
alma, te encuentras sumida.

Alma que todas las horas
te has empeñado en soñar.
Quizás con nuevas auroras
puedas volver a empezar.

Idella Esteve
14-1-06

Descreimiento


Yo quiero amarte, Dios, y no te encuentro

entre vetustas piedras
de inmensas catedrales,
ni en el oro y el mármol,
ni en la madera o plata,
cualesquiera materias
que te dieron la forma,
que esculpieron tu imagen
de mano de otro artista.


Y tampoco me vale que mencionen
que te puedo encontrar
en la Naturaleza,
si somos semejantes a Tu imagen
y son los animales inferiores
o habremos de tenerles un temor,
si no encuentro justicia en la creatura
entre todos tus hijos.


Solo encuentro un resquicio de tu Esencia
en las horas amargas, en la voz
de los desesperados que te invocan:
en la cruel injusticia,
en el hambre,
en las guerras,
en el padecimiento,
en la muerte,
cuando tu Naturaleza desata
su furia,
cuando el cielo se cae
sobre nosotros,
cuando, hundida la fe,
extrañamente,
es la única tabla que nos salva.


Pero no estás Tú, Señor.
Tú no estás.



Idella Esteve

domingo, 4 de marzo de 2012

A solas (IV)


(Retomo mis "Solitudes")



A SOLAS


(IV)


* Voy por libre en la vida, sin báculo. ¿Adónde llegarán mis pasos vacilantes?


* Este abotargamiento de ojos y de manos, tan molesto, se aparta, indulgente, de mi percepción.


* El silencio me mira y yo le veo. Nos hablamos y sobran las palabras. Por la mañana usará el ruido para comunicarse conmigo.


* Mi eterna lucha con las palabras. Son demasiadas: me ganan.


* No me regaléis flores de plástico, no aguanto esa muerte imperecedera.


* Mi piel: mi muro. Y tras él un pozo, y un poema que se consume en fuego.


* En nuestro amor me empeñé en hacer un siempre de todos los nuncas..., un absoluto con todos los nadas.


* Éramos dos que escuchaban mientras hablaba sólo uno.Y al final, dos sordomudos.


* Este afán de sufrir el mal de los otros.


* La noche es inocente de mis tristezas. Las sombras no saben de momentos.

Idella Esteve
(4-3-12)

sábado, 3 de marzo de 2012

Retrato de mujer


En su cabeza confluyen
el trigo con la amapola
y dos retazos de cielo
intensos y fulgurantes
bajo unos hilos de cobre
sobre blanquísima nieve.

Unos pétalos carnosos
ha perfilado el artista
como inducción al deseo,
como dos jugosas fresas
dispuestas para el mordisco.

Y en el lienzo queda un rostro
de Naturaleza armónica
y dulce sensualidad.

Disfruta en solitario quien la observa.

Ella no ve,
no oye,
no siente.
Es belleza sin alma.

Idella Esteve
(2-3-12)