martes, 23 de febrero de 2010

Sensual



Me gusta la naranja bien jugosa
unida al chocolate en los bombones,
también mezclo el jamón con los melones
y a la fresa con menta hago aromosa.

Ensaladas de pétalos de rosa
con el jugo de uvas y limones
y gotitas de anís, y unos turrones
y una copa de cava deliciosa.

Botánica pasión, sensual anhelo,
perfumes que trastocan los sentidos,
escritos en blasón de nata y crema

con un tallo de flor de terciopelo,
dejarán en las almas adheridos
el aroma y sabor de este poema.


Idella
(5-12-08)

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Amarillo




qué ves en mi amarillo
dime qué

la envidia
o cobardía
de mis bajos impulsos
soterrado furor clamando por venganza
la bilis en mi boca

soy de un color primario
que anduvo secundario por mucho tiempo herido

me mezclé con el negro
y me torné verdosa de pardo disimulo
apagada y perdida mi amarilla arrogancia
mi sentimiento en vilo
hasta quedarme sola
sin brillar por mí misma

hoy solo entro en batalla con los rayos del sol
del que tomé el matiz mas no tanto su llama
y no fulmina a nadie la fría incandescencia
de mi intranquilidad

ese tono que ves es sólo miedo

Idella


(26-11-07)

domingo, 21 de febrero de 2010

Rosa




Toda la oscuridad se me hace rosa,
toda la lobreguez se me ilumina:
claridad que saliendo de tu boca
en mi oído se vuelve una caricia.

Es pastel como el tono de la aurora
el rosado color de tu mejilla,
mi pesimismo se me vuelve euforia
al entrar tu visión en mis pupilas.

Por ti, sólo por ti, cada semana,
se queda la amargura en la trastienda
con dos vueltas de llave encadenada.

Y dejo a tu calor el alma abierta
por que animes los grises de mi cara
limando con tus besos su aspereza.

Idella
(5-11-08 )

Azul


Le depara a mi vida el azul
algo más que del cielo el color
que resalta el brillante verdor
de las hojas de un firme abedul.

En el fondo de un viejo baúl
con aroma de intenso alcanfor
guardo azules de amargo sabor,
de cianosis envueltas en tul.

Es el tinte de penas y celos
al calor de una estufa vacía,
como un negro de lutos y duelos

que acompaña de noche y de día.
Y en el colmo de los desconsuelos
me desgajo de azul agonía.
Idella
(24-11-07)

martes, 16 de febrero de 2010

Gris



¿Qué ves en este día en que el sol no ha nacido
porque se quedó anclado en su último ocaso?
Ves los pájaros mudos en triste vuelo raso
sobre un mar de trigales que ha quedado dormido.

¿Qué ves en este cielo de ceniza teñido
que te opaca la vista y dificulta el paso?
Es genuino color de tu vida y fracaso,
el que te identifica y al que encuentras sentido.

¿Quieres ver un mañana de radiantes colores,
que al alba se despierten con todo el esplendor
del aroma en el agua y el murmullo en las flores,
rojo vivo en la tierra y en el aire verdor?

No dejes que te cieguen el astro y sus fulgores
porque incluso en lo gris se puede ver color.
Idella
(15-11-07)

lunes, 15 de febrero de 2010

El vano encanto de la hipocresía


Un rato, un solo rato y me retiro
de aquí, donde la fe ya no me alcanza;
he perdido los nervios, la templanza
en este ambiente impuro que respiro.

No sé si lo que veo es lo que miro,
el mundo es para mí la adivinanza
de cuándo se está en guerra o hay alianza,
y no tengo un momento de respiro.

Si pudiera bajarme de esta rueda,
con toda honestidad, me bajaría,
el mundo para mí es humareda,
un lodo en el que hundirme cada día.

Ya no tenemos nada, sólo queda
el vano encanto de la hipocresía.

Idella

domingo, 14 de febrero de 2010

Negro




Mis ojos alcanzaron las espumas
y vinieron con ellas perlas lúgubres
naciendo a borbotones en un mar de injusticia
con la estela de un cuervo.

Crespones en la cama,
un beso incinerado en urna de azabache,
un hálito de muerte,
un torvo río lento
con escozor de rimmel corriendo por la cara
al humo de las velas.

El sol se fue ocultando dando paso a la luna
tras una espesa nube.

Y vomité mi grito
con la fuerza imparable de mi boca de cieno.

Y todo se hizo oscuro en el panal de lápidas


Idella
(5-05-08 )

Las hojas muertas




Las hojas muertas,
ingrávidas, tejían las alfombras
por donde se marchaba el último verano.
Un soplo las subía en espirales
como si pretendiera volverlas a las ramas.

Pero ya eran difuntas.

El verano pasaba silencioso
sin ganas de salirse de la escena
esperando un descuido para volver atrás,
en un último intento,
conjurando unos días soleados.
sin poder alentar sus secas hojas
crujiendo entre susurros
el último estertor.


El filo de la aurora desgarraba
la noche transcurrida entre suspiros
de marrones collares
desgranándose tristes.

El verano, por fin, hacía mutis.

Idella
(2-2-08)

sábado, 13 de febrero de 2010

Diálogos poéticos con Ravis



... que aquí aparece como un monólogo for faltar, evidentemente, la parte correspondiente a mi partenaire, Pepe.

Aunque tiene unos años ya, me gustó la experiencia, me divertí haciéndolo y hoy lo recuerdo con cariño.

Idella.



Una vez... hace algún tiempo...






*
Verte pasar por mi lado,
añorarte sin tenerte,
con el pensamiento inerte
y el corazón desbocado

anhelando tus caricias
sin demostrarte pasión:
me impide la educación
el disfrutar tus delicias.

Y cuando cerca te veo
y me envuelve tu fragancia,
tengo que, con elegancia,
disimular mi deseo

pues tú eres hombre casado
y yo mujer recatada
que nunca se atrevió a nada
y dejó su amor castrado.

Ya no es por mí ni por ti
aunque no te lo parezca,
por mucho que me apetezca
no puedo quererte así.
18-12-05



*
(y en respuesta a Ravis):

¿Me estás echando los tejos
de manera descarada?
Lo dije: soy recatada
y no sigo tus consejos.

Y si hiciste esa promesa,
haberlo pensado antes,
no me cambies tus talantes
por hacer de mí tu presa.

Poner hijos por excusa
no tiene merecimiento
ni me convence, lo siento,
¿me tomas por una ilusa?

Lo que dentro de ti guardas
sigue escondiendo, cariño,
no te portes como un niño
aunque de deseos ardas.

Porque te debes a ella
y no quiero ser razón
de romper un corazón,
vete raudo cual centella.

No me mires al pasar,
deja de jugar con fuego,
no lo tomes como un juego
porque te puedes quemar.

Tengo que decirte adiós
y así mi cáliz consumo,
no somos uno: yo sumo
y tú y yo sumamos dos.
(Marzo 2006)

*
Muerto debiste caer
antes de comprometerte;
mi delito fue quererte
y no lo quisiste ver.

¿Acaso me preguntaste
si yo también te quería?
Y viendo que me moría
¿sin dudar no te casaste?

No me vengas con pamemas
que ahora ya no viene al caso;
apura de un trago el vaso
de fuego con que te quemas

Pero mira, corazón,
algo feliz sí me siento
de escuchar tu sentimiento
y que busques mi perdón.

Tengo las uñas clavadas
en las palmas de mis manos
tengo mis cabellos canos
y mis carnes laceradas,

y soy sirena varada
que en la playa se quedó
esperando al que marchó,
sin amor y abandonada.

Todo esto a ti te lo debo,
mi dolor y sufrimiento,
te lo juro, no te miento
y con mi pan me lo bebo.

Reflejos son de mi pena
tu gloria y tu penitencia,
arrójalas sin clemencia
y tira de la cadena.

Disfruto de libertad,
ni milagro ni victoria,
sólo a ti debo mi “gloria”:
la de mi virginidad.
(Marzo 2006)

*
Ay, Señor, cuánta desdicha,
ay, por Dios, qué sufrimiento,
esconder el sentimiento
por no ser la verdad dicha.

Tanto como te quería,
lo mucho que tú me amaste,
pienso que te equivocaste:
fue un fallo de antología.

Careciste de coraje
te faltó la iniciativa,
y tu acción caritativa
me pareció un camuflaje.

No es virtud lo que hay en mí
pues no he podido escoger
y no es cosa de placer
sentirme tratada así.

Ya la virtud no me importa,
tampoco la educación,
si matar el corazón
es todo lo que comporta.

Nunca hubo hielo en mis manos
siendo mi pecho un volcán,
pero contuve mi afán
con cilicios espartanos.

Ahora de nada vale
porque siento renacer
algo que a toda mujer
por el alma se le sale.

Y tal es mi condición
de amarte a pesar de todo
que aunque me revuelque en lodo
te entrego mi corazón.

Ven a mí que estoy vacía,
arrástrate hasta mi puerta,
dejaré la puerta abierta,
acaba con mi agonía.

De este cáliz ya harta estoy,
no temo lo que suceda,
es poco lo que me queda
y quiero entregártelo hoy.
(Marzo 2006)

*
Al fin te muestras sincero.
Acabemos el calvario,
yo seré tu corolario
y tú, el amor que venero.

Adórame cuanto quieras,
inmólate con mi lava,
ese fuego que no acaba
y consume sin que mueras.

Bájame del pedestal,
ama como ser humano
que mi amor no es un arcano
ni soy diosa, ni vestal.

Te quiero a pesar de todo
y lo mucho que he sufrido;
por lograr lo prohibido
luchemos codo con codo.

No mantengas enjaulada
la paloma de tu dicha,
pon en la mesa tu ficha
y arriésgate en la jugada.

Emplazo a tu valentía
para que vengas a mí
porque si no soy de ti
no seré siquiera mía.

Deja obrar los abogados,
sepárate sin temor,
acaba con el dolor
y los ayes acallados.

Tú no puedes exigir,
te lo ruego por mi Dios,
el quedarte con las dos,
no te quiero compartir.

Decídete, corazón,
acaba esta pena mía
que me sume en la agonía
y me priva de razón.
(Marzo 2006)


Idella

viernes, 12 de febrero de 2010

Otro otoño



Es otro otoño, igual a tantos otros.
El viento
se cala en los resquicios
y golpean las puertas en el patio de atrás.

Un recuerdo lejano
ha venido volando con las hojas
a instalarse en la casa,
por sus fueros,
y me mira de frente
con un brillo de espejo que ha quedado difuso,
escondido tras polvo y telarañas
y amarillez del tiempo.

Y le vuelvo mi rostro,
no quiero contemplarle en esta fase
de cristal quebradizo con un mal azogado.

Que me espere allá lejos,
donde los ruiseñores,
donde la leve brisa
de suspiros al aire
y besos a la sombra de un viejo quitasol.

Ahora que es otoño,
para que no se enfríe, no lo quiero conmigo,
con mis flores marchitas
de enclaustrado silencio.

Que regrese al pasado
como aquella quimera que no habrá de olvidarse.

Que me espere allá lejos
porque yo iré en su busca
en las noches vacías cuando llegue mi invierno.

Idella

martes, 9 de febrero de 2010

Lo sé


que merezco la pena

como miles de otros,
lo sé.

Pero también.
*
Idella

domingo, 7 de febrero de 2010

Soy


Soy
lágrima sin pañuelo
que cae pesadamente en un pozo de ausencia
y se retuerce en busca de un saliente
por no llegar al fondo.

Soy
frialdad de ceniza
donde habitaba el fuego.

Y soy
intelecto cansado
que no encuentra respuestas
y persiste en preguntas.

Pero soy.
Aun así
soy,
aunque ser
sea inútil.
.
Idella