sábado, 28 de julio de 2012

De noche




Noche de jazmines y aromas de espliego,
de cantos de grillos y rumor de agua.
Un sol de justicia del mes veraniego,
incluso en la noche, ha dejado el fuego,
un calor intenso como en una fragua.

Noche del insomnio y de vaciedades,
de querer ser todo y ser poca cosa,
de sueños perdidos. Amargas verdades
minan los cimientos de mis facultades
y se siente cardo quien quiere ser rosa.

Noche en la cabeza, furor en la mente
de este menosprecio y de la impotencia
de ver que han matado el tiempo presente
¿Cuál es el futuro que tiene la gente,
si nos han robado dinero, inocencia?

Idella Esteve

jueves, 26 de julio de 2012

Resolución


Ya dejé de portarme como una boba,
déjate de sandeces y represalias,
ni me caigo de un guindo cuando te veo
ni se me abre el deseo bajo la falda.

No sé si te das cuenta, querido mío:
ahora que estoy conmigo nada me falta,
me solté la melena, me liberé,
mi lengua, sin embargo, la tengo calva.

Es por eso que digo cuanto apetezco
y me importa un ardite esa mirada
que me lanzas airado cuando me escuchas,
mas, como yo te ignoro, se me resbala.

Ya ves que estoy de vuelta, nada me asombra,
las tuyas y las mías son carnes blandas.
Se perdió la turgencia hasta en los huesos
y no soporto cargas en mis espaldas.

Pero si lo deseas te ofrezco un trato
para que no te piense que soy tan mala,
o si acaso te incordia lo que te digo
métete en las orejas cotón en rama.

Idella Esteve
(04-01-09)

martes, 24 de julio de 2012

Guárdate


Tienes los sentimientos imbricados
y la memoria floja.
¿Quién eres tú para dudar de mí?
No te consiento,
me aburres con tu obrar extemporáneo.

Guárdate para ti los recelos fingidos
que desde un tiempo atrás
no te vale el chantaje.
Yo soy independiente
y sola sé cuidarme desde tu innoble affaire
cuando lloraba a solas.

Guárdate tu vergüenza
de macho que no sabe qué responder a otros
porque tiene en la mente lo mismo que él haría.
Soy digna de respeto.
Guárdate tu basura.

Idella Esteve
(10-7-07)

Sonetillo para Maritza


Yo sé que en otros lares
tengo un alma gemela,
más allá de los mares,
que pinta en acuarela

cuerpos, aves, lugares,
y en el cielo una estela
que facilita andares,
y es sutil pasarela

para acercar sentires.
Y en su fotografía
también se va acercando.

Versifica decires
de su tierra a la mía
con el alma volando.

Idella Esteve
(24-07-12)

domingo, 22 de julio de 2012

En la noche...



A veces, en la noche, me ocurrían estas cosas. Una sonrisa y palabras al viento... Simplemente. ¿Añoranza? Sigo lo mismo. Eternamente yo.



Tantas de la madrugada

Arrastro un cansancio tal
-tantas de la madrugada-,
que no me entero de nada
y siento un sueño mortal.

Pero soy muy cabezota
y sigo con mi porfía:
si no hallo tiempo de día
de noche extiendo mi cota.

Y leyendo aquí me tienen,
y tratando de escribir
las ideas que me vienen.

Pero no se me detienen
y así no puedo dormir
¡Temo que se desenfrenen!

*
Eso, ¡que viva la noche!
y que salgan los vampiros
sorbiendo hasta los suspiros
de estos versos de trasnoche.

Que no devenga en derroche
su sintaxis y sus giros
y vuelen en autogiros
en vez de viajar en coche.

Vampirísima me siento
y, aunque no sea macabra,
sorbo sangre y sentimiento

tal cual un abracadabra
que me alimente el acento
y haga crecer mi palabra.

Idella Esteve
(13-4-07)

sábado, 21 de julio de 2012

Para H


El alma se me rompe,
créeme si te digo,
cuando leo tus versos en la noche callada,
cuando siento tu daño
tu rabia, tu impotencia,
y me llega en esencia la voz de rebeldía
que hace salir a gritos la luna de tu boca
alumbrando lo oscuro.

No cejes, llega el alba. Va el día clareando.

Idella Esteve
(31-7-07)

Desnudez



Y desnuda te quedas en tus versos,
como ola que va de orilla a orilla,
evocando tus sueños de chiquilla,
trascendiendo al versar mil universos.

Tu desnudez: La voz de los diversos
anhelos y pasiones; avecilla
que vuela en las alturas sin anilla
destapando unos mundos introversos.

En desnudo total te ves preciosa
sin un burka que esconda tus sentires;
la carne a pleno sol, hielo fundido,

en palabra sublime y sentenciosa,
vehículo y motor de tus decires,
un poema elegante y atrevido.

Idella Esteve
(21-03-08)

viernes, 20 de julio de 2012

Solitud


Quién nos podrá augurar un cielo puro
sabiendo lo improbable de este hecho
si Dios siempre habitó del lado oscuro.
(Hamal)

Y quién espera el premio o el castigo
después de haber vivido aquí
gloria e infierno.

No quiero ya pensar en ningún Dios,
ni en karmas imposibles.
De vuelta estoy de todo,
ni siquiera me ayuda
la técnica de zen.

Irremediablemente
me siento desdeñada por toda religión.
No se explica una diosa
en un mundo de hombres.
Que yo nací mujer,
y llevo mis desdichas creciéndome en la espalda.

Idella Esteve
(12-07-08)

martes, 17 de julio de 2012

Con su mentira a medias...


Con su mentira a medias, sus verdades
también andaban cojas
y se fueron ampliado las congojas
con crueles realidades.
Las insatisfacciones y ansiedades
mataron al amor, que iba en precario,
y el alma en el almario
quedó por mucho tiempo almacenada
para ser reencarnada
en nuevo amor exento de calvario.

Fue mucho más que un sueño, fue utopía,
pensar que renaciera
el viejo amor, tan sólo una quimera
en su postrimería.
La duda existencial permanecía
y no quiso quedarse sin saber
lo que podría ser
abrir la puerta y encontrar la calma.
Y librando su alma
salió volando hacia el atardecer.


Idella Esteve

lunes, 16 de julio de 2012

Insomnio II


Hay almas que confluyen en noches de desvelo
como aves nocturnas que cantan a la luna
almas que alzan sus voces buscando que ninguna
de sus tremendas dudas se quede en el subsuelo.

Ven la luna en el cielo que aparece insensible
simulando que ríe su boca desdentada,
cuando a otro lado mira con su fría mirada,
y en lugar de ser musa se muestra aborrecible.

He sufrido esas noches de angustia y de vacío
cuando falta de sueño quería prodigarme
en el verso exquisito que se negaba a darme
todo cuanto en mi mente corría como un río.

Y he bebido incansable de los otros poetas,
insomnes como yo, pululando el espacio.
Pero mi mente es lerda. Parece que despacio
voy aprendiendo que para esto no hay recetas.

Iella Esteve
(26-04-09)

domingo, 15 de julio de 2012

Cuando la pena me deja...


Cuando la pena me deja
el mundo me sabe a rosas
desnudas de sus espinas
con sólo su bello aroma
y en un carrusel de estrellas
me alejo de mis congojas,
salgo de mis angosturas
y veo una vida hermosa.

Pero vuelve, se aposenta,
feroz y arremetedora,
y las espinas se clavan
apagando los aromas,
las heridas encendiendo
por mis estrellas en sombra.

Y cuánto yo no daría
si cesara esta zozobra
para ser quien siempre he sido
con la sonrisa en la boca
y un cantar en mis adentros
por más que me encuentre sola.

Idella Esteve
(2007)

miércoles, 11 de julio de 2012

06:25



Yo sigo por aquí, mal que me pese;
me viene a molestar como un poseso
el puto trombo que quedó en mi seso
después de que el infarto acaeciese.

A nadie ya parece que interese
el fatal desenlace del suceso,
dicen que mi intelecto quedó ileso
aunque falta de tacto adoleciese.

A la postre tendré que conformarme
a sentirme la mano como arena
y a sufrir con paciencia mi desarme

porque hay cosas peores en la vida,
aun siendo para mí una condena
que toda la esperanza esté perdida.

Idella Esteve
(19-04-09)

sábado, 7 de julio de 2012

A contrapié


Yo vine con el vuelo de unas aves,
con Reyes que colmaban de ilusiones
mi espíritu infantil. Las frustraciones
hallaron poco a poco sus enclaves.

En vez de navegar hundí las naves,
mis fornidos y erectos galeones.
Luego llegaron las hibernaciones
donde perdí visión, todas mis claves.

Me sumergí en el mundo a mi manera,
creí que la verdad me salvaría:
fue la sinceridad mi vida entera.

Pero al cabo de un tiempo yo sabría
que es mi forma de ser mi carcelera
y la franqueza es la anomalía.

Idella Esteve
(21-03-09)

viernes, 6 de julio de 2012

Estoy, mientras te miro indiferente...


Estoy, mientras te miro indiferente,
aquí, con la mirada en el pasado,
respirando con ritmo acompasado
obviando los adornos de mi frente.

Qué distinto se muestra mi presente,
qué distante mi ser acalorado,
totalmente mi fuego se ha apagado,
qué me importa que, estando, estés ausente.

Hoy ya no siento el corazón herido,
el tiempo me sanó de la cornada,
y puse empeño en no quedar varada.

Sospecho que eres tú quien ha perdido
pues nada conseguiste en tu aventura
y yo me liberé. Me hiciste dura.

Idella Esteve
(30-12-06)

jueves, 5 de julio de 2012

Andarivel (2007)


Tengo como andarivel
para cruzar mis desvelos
el mal que ahonda mis celos
y lo amargo de mi hiel.

Quiero olvidar el pasado
y aferrarte a mi presente
mas te veo como ausente,
con el semblante abismado.

No sé qué triste destino
jugó tan mala pasada
que la pasión, agotada,
se nos murió en el camino.

Qué ha de ser de nuestras vidas,
tan juntos, tan separados,
tan corazones blindados
y tan almas doloridas.

Dónde hallar una ilusión
que no se nos muestre ajena,
dónde apaciguar la pena
de la incomunicación.

Idella Esteve
(14-3-07)

lunes, 2 de julio de 2012

Más allá de la vida


Fue la luna alumbrando la espesura,
fue un sol de mayo con un brillo suave,
fue el velaje, impulso de la nave
capaz de navegar por la angostura.

Fue nieve en la montaña, fue la arena
caliente del desierto y fue agua
de oasis; para mi forja, fragua.
Fue la liberación de mi condena.

Fue total para mí: mi Dios, mi amante.
Y no puedo pensar, no hallo sentido
a que todo muriera en un instante.

Le siento sin creer que ya está muerto
pues sé que para él nunca habrá olvido,
que llevo el corazón al descubierto.

Idella Esteve
(4-06-08

domingo, 1 de julio de 2012

¿Irreversible?



Las nubes
se fueron desangrando por la noche
y amanecieron muertas y esparcidas.
Sin embargo
el sol estaba nublo cuando yo abrí los ojos
y no había candelas
ni farol que alumbrara,
sólo sombra tenaz en nuestras vidas.

II
Tanto pensar en ti, tanto barbecho
dispuesto en mi solar para la siembra
y aparecí ceniza a tu mirada,
de negritud mortal y pesadilla.
Ya la tierra es baldía e, irreversible,
ya la libido duerme.

III
El alma está serena, y el espejo
refleja un tenue verde de esperanza
con los recuerdos ya desvanecidos.

Hay un campo exultante de trigales
con rojas amapolas.

Lleva el mar
el ocaso en sus espumas,
y, en las olas, un canto de ilusión
de amanecida.

Idella Esteve