miércoles, 21 de julio de 2010

de vuelta y conjurando



me he vestido de rojo y aguardiente
me he bañado en café para esperarte
me he dispuesto a escribirte y a escribirme
porque ya estoy cansada
de jugar en el póquer de culpabilidades
donde siempre domino marcándome un farol
a solas con mi suerte

quiero volver contigo
en mis horas insomnes
para teñir de negro tu blanco de fantasma
que un chirriar de cadenas me mantenga despierta
hasta el amanecer
como solía

de qué he de disfrazarme si quiero conjurarte
sin que medie tristeza o frustración

me cansé de mis penas

si no quieres de noche
cualquier hora me vale
mientras que no hagas gala de inoportunidad
cayéndote en la sopa
mira que te conozco

creo que tú también sabes con quién te tratas

no te demores tanto
que ya sobre mis hombros
llevo nieves perpetuas

Idella
(19-07-10)

domingo, 18 de julio de 2010

Glosa a Gerardo Diego (II)

.

sino los enamorados
que preguntan por sus almas
y siembran en tus espumas
palabras de amor, palabras.
(Gerardo Diego)


Qué palabras de pasión
se escapan en altos vuelos
y al volar levantan celos
o agitan el corazón.
Quiénes sienten adicción
a sentidos desbocados
que miman con mil cuidados
ocultándolos del mundo.
Quiénes un amor profundo
sino los enamorados.

Qué se hace de su albedrío
en ese dar y tomar
que no les importa el mar
ni la corriente del río.
Es amor o es desvarío
lo que ofrecen en sus palmas,
que van matando mil calmas
en una angustia total,
sintiendo algo tan mortal
que preguntan por sus almas.

Dónde irán con sus amores,
dónde que no haya miradas,
dónde pasiones aisladas
de críticas y rumores.
Sienten crecer los temores
y en sus inquietudes sumas
sólo les rodean brumas
por las rocas de tu mar.
No tienen donde sembrar
y siembran en tus espumas.

Pero solo recolectan
en los campo espumosos
sentimientos angustiosos
y celos que los afectan.
Los achares alimentan
unas ideas macabras
y escriben abracadabras
a la vez que van muriendo
en triángulos poniendo
palabras de amor, palabras.

Idella
(2007)

sábado, 17 de julio de 2010

El espectro de la rosa



Resonó en sus oídos como un aldabonazo
que se le fue expandiendo en las ondas de un eco
al chocar en la mente. Y no se lo creía.

Cubriéndose la cara con arduo maquillaje
se entrenó para ser todo lo que no era,
y empezó su andadura usando el disimulo
de aparentar ser fuerte y fundir el rocío
a pesar de ser rosa sucumbiendo a la helada.

Se moría de frío y amaba tiritando
debajo de la lluvia y contra todo viento.
Mas con una sonrisa se enfrentaba a la muerte
mientras se le secaban los bordes de sus hojas
y se iba lacerando con sus propias espinas.

Al ver que su corola rodaba por el suelo
tomó la iniciativa de superar su esencia
pasando del invierno a un cálido invernáculo
sin un sol natural mas también sin escarcha.

Otra aldaba sonó mientras se reponía
y quiso ver su imagen por calmar la zozobra.
Al mirarse en el agua una noche de luna
ya no era más la flor: tan solo era un espectro.

Idella
(2008)

Sin título




escribir un poema en un cuaderno
y exiliarme en la lluvia y la palabra
(Enrico Espino)

cuántas veces la boca se me cierra
cuántas noches la vida se me escapa
cuánta arena cerrándome los ojos
cuánto viento llamando a mi ventana

siento ganas de todo y me arrepiento
de las horas perdidas y las lágrimas
cada vez que cerraba mis balcones
para no ver el sol por las mañanas

me acomodo delante de mi mesa
buscando mantener serena el alma
y cumplir al final las ilusiones
que mi ceguera nunca me dejara

y si el sol no alumbrara mi horizonte
no deseo volver a las andadas

quiero hablar por la boca y por los codos
librarme de una vez de la mordaza
escribir un poema en un cuaderno
y exiliarme en la lluvia y la palabra

Idella
(2009)

Ruego



Si no es mucho pedir yo pediría
poder llegar a ti sin escalera,
y mirarte a los ojos fijamente,
poner en tu regazo mi cabeza.

Gritarte con el alma aquel silencio
del pasado -por miedo al anatema-
ahora que me veo liberada
de tus cargas sintiéndome serena.

Ver un agua que alivie mi estiaje
mezclada con colores de acuarela
iluminando tanto oscurantismo
que me hiciera, quizás, candar mis puertas.

Si no es mucho pedir atiende el ruego:
que sepa yo alcanzarte aquí en la tierra.

Poder llegar a ti sería viable
tan solo si miraras... y me vieras.

Idella
(2008)