martes, 2 de julio de 2013

Tristeza de amor


Qué triste es el amor cuando te falta,
qué vacío se siente no sé donde
hasta ahogar el silencio en un suspiro
que al respirar naufraga;

qué triste es el amor cuando se ausenta,
cómo se cubre el cielo de presagios
que ocluyen la razón sin desearlo
donde el dolor se alberga.

Lo busco en los rincones del quejido
para calmar la sed de tanto anhelo
por una voz que amando olvida y calla
su corazón dormido.

Mas, sé que volverá con sus “te amo”
y trinará de nuevo el gorrión
bailando en mi ventana, pero triste
y un poco más lejano.
(Carlos Serra)

Qué triste es el amor que se ha dormido.
No quiere despertar, dulce reposa
escondido detrás de fría losa,
calladamente, junto al ser querido.

Y en el hueco del pecho dolorido
queda una rebeldía silenciosa
que se vierte en la esencia de la rosa
hablando sin palabra y sin gemido.

Queda también un algo incoherente
de aferrarse a las horas del presente
sin pensar en futuro ni en pasado.

Se siente que el amar solo es quimera.
No se quiere pensar, nada se espera
en asuntos de amor: Finiquitado.

Idella Eteve