martes, 31 de enero de 2012

Cansancio con ritmo endecasilábico



Es tarde, ya lo ves,

y tengo sueño.


Un cansancio feroz
es lo que es.


Que no tiene remedio
ya lo sé.

Y vivo tras de mi, a mi manera,
haciendo siempre
las cosas del revés;
imito mis fracasos

y estoy enloqueciendo sin querer.


Y veo el mundo igual
-siempre lo mismo-
a ese "mundo feliz"
que escribió Huxley.


Y es nuestro "soma" hoy sin duda alguna
andar en discusiones por el fútbol,
ver en televisión los realities,
nutrirnos con problemas
ajenos a nosotros
y
quedarnos
dopados,
sumisos,
dormido el pensamiento,
aborregados
y siempre discutiendo, sin pensar,
en pro de unos colores...


Que así no puede haber revolución
en nuestro beneficio.


Idella Esteve

domingo, 29 de enero de 2012

Cansa

Cansa tener que estar siempre en la brecha
sin más motivación que el menor daño
cuando la sinrazón prende la mecha
de la duda que es donde se pertrecha
toda la gravedad del desengaño.

Cansa la ocultación de la agonía,
sufrir de llanto con la cara alegre,
lucha impasible con el día a día
intentando lograr que la apatía
a tu fuerza interior no desintegre.

Cansa este ser cabal a todo trance
mantener impoluto el amor propio
salir indemne de cualquier percance
tratar que la injusticia no te alcance
cuando del buen obrar has hecho acopio

sin una religión, sin tener credo.
Y por cansar, no sabes cómo cansa
ser decidida y esconder tu miedo,
verte oprimida por quien está a dedo,
siendo rebelde demostrarte mansa.

Idella Esteve

Locura


Ando siempre mendiga de tus besos
a las puertas del templo de tu boca.
Ya perdí la razón, soy una loca
sin control del amor y sus accesos.

Enferma voy en pos de tus abrazos,
perdida estoy sin meta ni horizonte;
escondida en la barca de Caronte
busco el fin y me enredo en los sargazos.

Sin vivir ni morir, un alma en pena,
transito por mi noche y mi mañana
y veo una ilusión, fatamorgana,
donde estoy liberada de condena.

Al ser una visión se desvanece,
y frente a lo real mi insania crece.

Idella Esteve
(8-7-07)

disimulo

me mantuve en la noche despierta
sin querer me llegó la mañana
un dolor comenzó por adentro
y ascendió con mareos y arcadas

recordé sin pensar a Alfonsina
mi tristeza recuerdos trenzaba
conectando pasado y presente
mis angustias mis miedos mis traumas

y quería dormir no podía
no tenía nodriza ni lámpara
que alumbrara y velara mis sueños
amparada en el mar de mi cama

y he salido temprano al trabajo
y he pintado un rubor en mi cara
con la ayuda de algunas sonrisas
en las gafas de sol emboscada

he ocultado que sola he sentido
que moría y muy sola me hallaba
y la angustia ha quedado en mi pecho
escondida en el fondo del alma

Idella Esteve
(2-7-07)

Bendito sea el penar


Bendito sea el penar
si la pena engendra el verso,
el verso que al aire saca
estas angustias del pecho
que orea y las evapora
liberando el sentimiento,
haciéndose más livianos
los rigores del infierno
que supone estar penando
sumida en el desespero.

Siempre dije ser paloma
que le truncaron el vuelo
y es otro de mis penares
cuando se acerca mi invierno
acentuando mis daños
con los amargos recuerdos.

Pero me agarro al susurro,
propiciado por mis ruegos,
en los versos de un amigo:
me aferro a ese clavo ardiendo
que está queriendo ayudarme
con la fuerza de su afecto.

Idella Esteve
(27-5-07)

Péname de penas tuyas


Péname de penas tuyas,
con penas almibaradas,
para endulzar de una vez
mi leche de pura escarcha
donde se hiela el calor
que a mi corazón le falta.

Péname de puros besos
en mi frente y en mi espalda
y en las cuencas de mis ojos
y en mi piel aceitunada
y en las palmas de mis manos
y en mis alas atrofiadas
para que se alce mi vuelo
liberando las amarras
de esta alma constreñida,
sin ánimos ni esperanza.

Idella Esteve
(27-5-07)

Pena


Pena metida en las venas,
pena que viene y que va,
pena, la que tu me das,
que amarga mi vida entera.

Pena de besos y amores
que se tornan amoríos,
pena de tu amor y el mío
que está falto de emociones.

Pena de no poder nada
cuando la pena se enquista
y el corazón agoniza
quedándose muerta el alma.

Idella Esteve
(20-5-07)

Anónima

He de quedarme absorta por un rato
y tratar de acallar las emociones
que afloran y se muestran en jirones
de mi forma de ser, de mi arrebato.

Busco ser una sombra, anonimato,
segunda voz que canta en las canciones,
por librarme de cuervos y de halcones
que sombrean mi vida en vuelo ingrato.

Darme un punto de cruz en esta boca
que nunca callará, ni bajo el agua,
y lograr una piel impermeable

para ese gran dolor que se desboca
y me convierte toda en una fragua
haciéndome el vivir insoportable.

Idella Esteve
(3-9-06)

viernes, 27 de enero de 2012

Soleares

Sola está mi soleá.
Ay, quién querrá acompañarla,
para que no sufra más.

El llanto de una guitarra
y el grito del corazón
se agolpan en mi garganta

y se me nubla la vista
y la razón se me pierde
por las sendas de mi vida;

que es la espera más ingrata
esperar por esperar
sin tener la ausencia clara.

Y a solas me pasa el tiempo,
se deshoja el calendario
y ya ni las horas siento.

Sola está mi soleá.
Ay, quién querrá acompañarla,
para que no sufra más.
(18-1-07)

¡Soleares, soleares,
cantos por antonomasia
de las penas y los males!

Y mientras sale la luna
voy cantando soleares
por aliviar mis negruras.

Ay de la pena maldita
que en el corazón se alberga
y se nos vuelve adictiva.

Ay de los tristes recuerdos
que con su tristeza matan
dejando mi pecho abierto.

Ay de los días felices
que se quedaron atrás.
Ay de mí y de mis abriles.

Soleares, soleares
que canto por no llorar,
servidme de acompañantes.
(21-1-07)

Cante de la soleá,
orgullo de arte flamenco
que no se puede aguantar.

Es un desgarro gitano
que se mete por las venas
desde el corazón amargo.

Con son de sufridos ayes
hasta el aire se anochece,
el alba se vuelve tarde

y el mediodía volcán.
Estallido de gargantas
que cantan por soleá.

Soleá, mi soleá,
¡Qué sentimiento más puro
tiene este cante ancestral!
(26-1-07)

Idella Esteve

Desencanto

No hay nada que armonice mi amor con tu flaqueza;
se quedaron ancladas en un puerto lejano
aquellas fantasías, y es un esfuerzo vano
tu fingida pasión, te ganó la pereza.

Perdona si te hiero, si te muestro dureza,
no entiendo este abandono. Desvélame el arcano
de tenerme contigo, dejada de la mano,
como "premio" de todo cuanto di con largueza.

Late mi corazón debajo de la blusa
y pugno por vencer todas tus artimañas,
que te dejan patente el acobardamiento.

El paso de los años me pones como excusa
y quieres engañarme, mas con ello te engañas:
no es la larga existencia quien mata el sentimiento.

Idella Esteve
(25-11-06)

Conversaciones con mi madre


Sólo recuerda muertos,
y cosas que pasaron
mucho antes de la guerra.

Dime, madre, ¿quién soy?

                                     Dímelo tú ¿quién eres?

Soy tu hija pequeña,
la del beso.

                                     La del beso, lo sé. Tengo una hija.

No, madre, tienes tres.

                                    Ah, tres. No lo recuerdo.

¿Tampoco me dirás mi nombre?

                                    Tampoco me lo sé.
                                    Dime cuál es.

Me llamo como tú ¿Cómo te llamas?

(Me mira e intenta rememorar.
Le ayudo un poco)

Empieza con la I.

                                   Ah, ya recuerdo.
                                  Te llamas Isabel.



Idella Esteve
(27-01-12)

jueves, 26 de enero de 2012

Olvida los tambores


Déjame que vacíe los sentimientos,
déjame que te cuente lo que me pasa;
nuevas cuentas hagamos y tabla rasa
porque cesen las quejas y abatimientos.

Olvida los tambores que hay en tu mente
que llaman a una guerra descomedida,
apacigua tu encono, vive la vida
y déjame vivirla decentemente.

Unamos nuestras fuerzas, ya ves que es breve
el tiempo que nos queda -largo el pasado
de angustias y reproches, de amor frustrado-,
no demos más pabilo al tono aleve.

Idella Esteve
(10-11-06)

El sueñero

Si existe en un lugar algún sueñero
yo le invito a mi casa, y en mi mesa
con vino y una pizza boloñesa
le tendré por amigo y compañero.

Con un cuarto y mitad de fantasía
medio kilo de amor, tres de paciencia
creará sueños, sin ninguna ciencia,
y el sueño alcanzaré de la alegría.

No hará falta castillos en la arena;
a mi lado, conmigo eternamente
yo viviré un futuro en mi presente
de todo mal y a toda angustia ajena.

Si algún sueñero existe, no lo dudes,
dale mi dirección que aquí le espero,
ha de ser panacea y asidero,
liberador de mis esclavitudes.

Idella Esteve
(13-10-06)

miércoles, 25 de enero de 2012

Un silencio incoloro


Un silencio incoloro entre mis labios
supura poco a poco
pasándose a los dedos,
y duerme la palabra entre las sombras
de los cimientos de mis catedrales.

Adentro queda el llanto, más adentro,
mezclado con un rictus de alegría
como sangre en las venas
de un sólido encofrado.

Y el grito nunca supo que fue grito,
se quedó encallado en un lugar
en su ascenso del sótano a la boca,
perdido el color rojo de su fuerza.

Idella Esteve

Un paseo por el campo

Yo me levanté temprano
y subí por la vereda
que se inicia en las montañas,
más allá de las albercas.

Quería observar mi valle
desde lo alto de la sierra
bajo un limpio cielo azul
tras una lluvia abrileña.

Podía respirar bien
y caminaba ligera
presurosa por llegar
donde el tráfico no llega.

Me sentía el corazón
como pájaro que vuela
observando desde arriba
toda aquella gran belleza:
árboles verde brillante,
maternal sombra en la senda;
y plantas de malvavisco
que algunos llaman alteas,
margaritas diminutas
de un blancor que amarillea
bajo los rayos del sol,
la tierra, color de siena,
mojada por un arroyo
rumoroso de agua fresca.

Casi llegando a la cima
me detuve ante una piedra
porque apercibí a su sombra
descansando una culebra,
y corrí camino abajo,
maldije mi suerte negra
por tropezarme al reptil
que me pareció una bestia.

Soy tan solo una urbanita
que hasta un insecto le aterra.

Idella Esteve
(26-7-06)

martes, 24 de enero de 2012

Independencia

Era tu amor lo que andaba buscando,
también a ti. Y entonces no sabía
que eras causa de mi melancolía,
que poco a poco me estabas matando.

Todo lo daba por lograr mi empeño.
Cerré los ojos a tanta amargura,
a todo trance, hasta con locura,
por miedo loco a despertar del sueño.

Me consumía, no me daba cuenta,
y me moría, sin notarlo apenas;
me tenías atada con cadenas,
te perdonaba la mayor afrenta.

Mas llegó un día en que me hallé consciente,
noté mi vida siendo solo mía.
Me desligué de toda mi agonía
y pude al fin volverme independiente.

Idella Esteve
(9-3-06)

lunes, 23 de enero de 2012

di-versos


no existe epidural
en el parto del verso

*
el verso es lágrima
del llanto del poema

*
versoamante
a quien dedico
mis noches

*
versolibre
versoesclavo
que me di-versifican

*
versomuerte
de los días aciagos

versopanacea
de las horas de angustia

versovida
de la resurrección

*
me versuicidio
si no encuentro la paz en el poema


Idella Esteve
(23-01-12)


domingo, 22 de enero de 2012

Con F de “FUUU”

(Y hace también 6 años, tal día como hoy, escribía esto. ¿Habré de colgar el cartel de "continuará"?)


Fétidos y funestos, fetiches
de fangosa fanfarria;
fatales fórmulas,
política fútil: la ilusión fenece.
Frenética fuga de falsarios
fanales que fugaces alumbran
momentos felices;
la verdad fingida florece fanática.
Fastos, francachelas, con frentes en alto
y pura fachenda,
sin tener vergüenza de sus fechorías;
franqueza perdida, fantasma farfullante,
fanatismo que fecunda falaces palabras,
promete utopías fantasiosas,
frenando y dejando famélicas
las francas ideas
hasta acompañarlas al féretro.
Febriles fulleros facultan poderes,
fardos para el pueblo,
y el pueblo…,
el pueblo es el sufrido.


Idella Este
(22-1-06)

sábado, 21 de enero de 2012

Llueve

(Hace justamente 6 años, tal día como hoy, me llovía por dentro)


Estoy lloviendo adentro, y me asomo,
y está lloviendo afuera.
Me consume un frío invernal el alma
con una gran tristeza.
El agua brota de mis manantiales
sin poder retenerla;
he de esconderme tras rostro impasible
porque nadie la vea.
Y si alguno mirándome a la cara
alguna gota observa
comentaré que ha caído del cielo
y esconderé mi pena.

Idella Esteve
21-1-06

Vienes (2005)


Acudes disfrazada de vigilia
y sueño conturbado... casi ahogo,
opresión de mi pecho,
tenaza que desgarra mi garganta
e impide el grito.

Quiero escribir…, el lápiz se me niega,
el pensamiento vuela, no detiene
las palabras que emanan y se agolpan
y huyen precipitadas
dejando el papel virgen.

Y espero un día…, y otro…, y otro…y otro…,
desespero, buscando…
no sé qué. Deambulo
en un ir y venir, sin rumbo fijo,
irascible, nerviosa,
cansada, incontenible.

Idella Esteve
(13-9-05)

jueves, 19 de enero de 2012

Silva para un poeta triste


No estés triste, poeta,
aunque tú no lo sepas yo te leo,
siento tus bellos versos y deseo
poder hacerme amiga de las musas
que se acercan a ti.
Como ya podrás ver, no lo consigo,
porque ellas no se encuentran bien conmigo,
se agolpan ante mí pero se escapan,
me dejan con la miel entre los labios
mientras van a inspirar a otros autores
presintiendo, quizás, que son mejores.

No te quejes, poeta,
tú, que tienes el don de la palabra,
la chispa, el buen hacer y la elegancia;
tus versos para mí tienen fragancia
que envidiarían las fragantes flores;
tus palabras versadas son colores
que empleara un pintor en su paleta
para el cuadro mejor.
Date por satisfecho.

Si tienes que lanzar un alarido
no lo dudes jamás y hazlo muy fuerte,
de emplear la palabra tienes suerte;
llevan alas los versos de tu escrito
y el alma vuela libre con el grito.

Idella Esteve
(21-9-05)

martes, 17 de enero de 2012

Tengo ...


Tengo que devorar la angustia
y atragantarme con sollozos
por vomitar mis penas.

Tengo que arder en el infierno
de un deseo obstinado
y una pasión mordiente,
viviéndote en mi tumba
con tus flores de plástico.

Tengo que abrillantar mi losa de granito
mate y descolorida,
pulirla y desgastarla
y aligerar su peso.

Tengo que deshacer la entrega rutinaria,
matar esos gusanos que engullen cuanto encuentran
y engordan día a día.

Tengo que…

Nada, no tengo nada.

Y ya tengo bastante.

Idella Esteve
(16-5-06)

Inspiración


(A Salas)

Si no puedes mirar, cierra los ojos,
y aun frustrado de mí no me abandones;
estréchame sin más, sin condiciones,
y te acompañaré libre de abrojos.

No me impidas la entrada con cerrojos
que forjan para mí tus aflicciones,
y sean tus placeres anfitriones
cuando llegue hasta ti, puesta de hinojos.

No renuncies a nada por tenerme,
y comparte conmigo cuanto tengas
y por vieja y tullida no me apartes.

No entres en el retiro, que no merme
tu fe, soy la que fui. No te detengas,
que he de darme en el verso, sin coartes.

Idella Esteve
(24-11-06)

Yo, poeta vulgar

Allá por el 2006, había momentos en los que mis poemas los sentía así, y así me sentía yo:

Para matar mis versos
no hacen falta pistolas
venenos o cuchillos
ni del techo una soga;
se mueren poco a poco
de asfixia y en la sombra
porque les falta fuerza
a su fuerza ampulosa.
Nacen poemas muertos
por exceso de aromas
en lugares comunes
de amores y derrotas;
y no puedo enterrarlos
con flores y con pompa:
son comunes lugares
crisantemos y rosas.
Y se muere con ellos
después de la congoja
un alma apasionada
que versear no logra.

Idella Esteve
(4-10-06)

Soneto shakespeariano

(Dedicado a I.)

No apacigües tu verbo, sigue inquieta,
para la libertad no hay acomodo,
de nada vale ser sufrida asceta,
no te quedes varada en un recodo.

No es el silencio oscuro si allí brilla
el pensamiento libre, si callado;
ni hay crucifijo inerte en la capilla
del que a voces proclama su legado.

Y no existen barrotes suficientes
que retengan al alma que se escapa
volando por caminos diferentes
o a rastras por el fondo de una zapa.

No dudes en usar tu rebeldía,
nunca fue mansedumbre buena guía.

Idella Esteve
(19-5-07)

lunes, 16 de enero de 2012

Soneto de volantes

(Para Pilar)

Un soneto vestido de volantes,
para ti bailará por sevillanas,
alegrará tus noches y mañanas
con sus cantos de rimas consonantes.

Sus versos son guardianes vigilantes
de la gracia y salero que tú emanas
por la mezcla de rosas y manzanas
de tu cara y tus ojos insinuantes.

Vuelo de faralaes y alegría,
arte mayor en baile convertido
lleva en palabras toda el alma mía.

Con ellas y por él he decidido
rendirte admiración y pleitesía
en un soneto alegre, extrovertido.

Idella Esteve
(28-6-06)

Remembranza

(A mi abuelo Bernardo)


Evoco de tu cara la sonrisa,
la gracia de tus ojos tan pequeños
-con aleteos de anhelados sueños-
y en su profundidad de miel, enormes;
tu rostro enjuto, pálido, surcado
por ciertos sinsabores del pasado.

Dicen que cárcel, por hablar, sufriste:
allí te llevó un chiste
y con prisión cargaste injustamente
¡Por un chiste! Ya ves, tal fue el delito,
no una proclama, ni clamor ni grito...
que en tiempo de temidas represiones
ciertos “mandones”ganan vana gloria,
obrando sin razón.

Sin libertad de pronto te quedaste
por la broma que ingenuo relataste
enfrente de un rastrero, vil chivato
que... no recuerdo... ¿le llamaban “Chato”?

Rollizo entraste y flaco te tornaron;
eso yo no lo vi, me lo explicaron.
Cuentan que te callaste igual que un tonto,
tu silencio a ninguno delataba
que tu hombría de bien te lo dictaba
y eras hombre de honor.

De ti recuerdo tantas, tantas cosas...
Después de pesadillas temerosas,
el agua que a la cama me traías
y a comprobar que estaba bien venías.
Las historias y cuentos que narrabas…,
regalos que comprabas.
Mi pluma estilográfica primera
como tu huella puesta en mi cartera,
regalada en el día de mi santo
¡Que me querías tanto!

A pesar de los años tras tu muerte
muy claramente te recuerdo, abuelo,
tu imagen me quedó como consuelo.
A la cama mis sueños te aproximan,
mi subconsciente tu figura aprecia
y te veo presente,
recia tu alma, la mirada recia,
dulces tus besos y tus manos dulces.

Idella Esteve
(19-5-05)