sábado, 10 de diciembre de 2011

Soneto a una mano tonta

Mi mano se duerme en tacto de arena,
no aguanta la copa ni siente el pincel,
a tientas no sabe qué es rosa o clavel,
y le cuesta horrores peinar mi melena.

En la ceja el rimmel que hacia la pestaña
iba dirigido, sombra en la nariz;
me quedo angustiada con este cariz
que toma el perder la fuerza y la maña.

Y ya no acaricio, para qué, me digo,
porque si no veo no sé lo que toco,
y me entra, no creas, me entra sofoco
si en vez de la boca te encuentro el ombligo.

Y siento gran rabia, un furor insano,
por el extraviado tacto de mi mano.

Idella Esteve
(17-06-08)

2 comentarios:

Carlos Serra Ramos dijo...

De nuevo contigo, Idella porque leído este poema a tus achaques y visto tu buen estado de ánimo pese a ellos te dejo este enlace que me recordó tu escrito:

http://elblusdelasencinas.blogspot.com/search?updated-max=2009-09-17T19:08:00%2B02:00&max-results=20

Es una de las páginas del blog de Luisa Arellano que seguro la recuerdas de Ultraversal, te gustará leerla y la encontrarás en el post 15º más o menos, le tituló ODA AL ESCAFOIDE, todo un derroche de buen humor, como en este tuyo.

Un beso al aire, querida amiga.
..........................Carlos

Idella Esteve dijo...

Me pasé por el blog de Luisa, lo hago muchas veces, y leí la Oda al Escafoide.

Es que es verdad que tenemos que poner ánimo a las cosas que de momento se nos tuercen, además esto demuestra que se puede ver poesía en cualquier circunstancia, y ello ayuda.

Un beso, Carlos.