martes, 26 de enero de 2010

promesa

extenderé las ramas más allá de mis sombras
volveré a darte albergue

sacudiré raíces

y encenderé una hoguera que derrita la escarcha
cuando llegue la aurora de los días amargos

y el reloj de los sueños

retornaré a la amnesia
con un fuego en el alma y sonrisa en los ojos

como loca que he sido
por no perder costumbre
continuaré demente
mostrándome ante ti como a un viento solano

pero nunca habrá besos

te acunaré en la noche
te acercaré mi boca

quedamente
al oído
te cantaré una nana



Idella


6 comentarios:

Rafael dijo...

Es bonito este poema y a la vez muy intenso, con una gran profundidad, como todo lo que vengo leyendo de ti.
Un abrazo Isabel,
Rafael

A. Elisa Lattke Valencia dijo...

la leve palabra enamorada se mece en su sempiterna devoción de ser como quien la siente: cautivadora y tierna.


Un beso. Encantada de hacerte una visita y hallarme con esta joya poética.

Elisa

Idella Esteve dijo...

Gracias por tus palabras, Rafael.
Las valoro viniéndo de ti que me has leido tanto.

Un beso,

Isabel.

Idella Esteve dijo...

Elisa:
El placer es mío de que me hayas visitado y que te haya gustado.

Un besote.

Morimó dijo...

¡¡Zuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuups!!
Precioso poema amiga, la música Canción India... bellisima como comlemento.
Un beso de la bruja MORIMÓ.

Idella Esteve dijo...

Hola, brujita:
Es una gran alegría para mí encontrarte en mis letras. Me alegra que te guste.
Sí, es muy dulce "Canción de India", Rimsky tenía un gusto excepcional.

Un besote.