jueves, 7 de junio de 2012

Triki


nos observa con sus ojos oscuros
arqueando las cejas
con el pecho temblando
agitando su cola

de momento comienza una carrera
y alborozado salta
corretea ante mí
incitándome al juego

y aparto mi mirada de la suya
y me trago las lágrimas
y casi me convenzo de que no hay otra opción

hasta me creo buena
porque su pelo brilla
porque le di de todo
porque dejo con él cuanto le pertenece
su cuenco,
su collar,
su cinta roja,
su carta de vacunas

pero dentro del alma
se me queda una espina
porque sé que no entiende
cuando de mí lo alejan

de entre todas las cosas
que le acompañan
echa en falta mi amor

y mi pena es más negra que su pelo

Idella ESteve
(23-10-07)

9 comentarios:

Rafael dijo...

Situación que algunos hemos vivido, tal y como la cuentas, al separarnos de un animal querido que formaba parte íntrinseca de nuestras vidas.
Un abrazo Isabel.

Joaquín Galán dijo...

Es cierto,son animales.¡Pero cómo llegamos a quererlos! Y,sobre todo,¡cuánto llegan a querernos ellos!

Tuve que abandonar una vez un gato a su suerte y fue tanto el dolor que sentí que no me he atrevido a tener más animales en casa.

Me encantó tu poema.

Saludos.

Maritza dijo...

"y mi pena es más negra que su pelo"...

Muy pero muy dulce,amiga,emocionante, nostálgico, muy vívido lo que narras en tus versos bellos y tristes.
En la emotividad cierta que provoca la separación involuntaria con un ser querido, en este caso, un animal; un compañero de ruta, una mascota,pero que para uno vale muchísimo más que todo esto, nunca está todo dicho.

Me encantó.
Sobretodo el último verso que destaco al comienzo.

Besos, abrazos, y mis felicitaciones, Idella...




http://verbal-maritza.blogspot.com/
http://expresiongraficayverbal.blogspot.com/

Juan Miguel Brocal dijo...

Que buenos versos Idella! Como siempre.
Me siento apenado al imaginar ese momento...

Enhorabuena por tus siempre magníficos versos. Un beso


JuanMi/

Pensamientos Oportunos dijo...

Me ha tocado de cerca, por eso entiendo estos versos. Son parte de nosotros son como una prolongación de lo que nos rodea y cuando no están, ese vacío se siente.
Buena entrada.
Un beso

Carlos Augusto Pereyra Martínez dijo...

El mejor poema que he leído para enaltecer el sentimiento hacia los perros. Vivo ese poema, porque amo los perros...y me han dolido con dolor de espina, sus muertes, como la de Dante un cocquer, que no merecía ese final trágico bajo las ruedas de un camión, manejado por un indolente chofer. Un abrazo. Carlos

Vicente Corrotea dijo...

Gracias, Idella, por asomarte a mis blogs. También, como ves, me he paseado por el tuyo. Soy un seguidor más, desde ahora. Abrazos.

Idella Esteve dijo...

Queridos amigos:

Espero que sepáis perdonarme por no corresponderos como os merecéis, siempre me gusta contestaros uno a uno, pero me ha sido imposible y se me han ido acumulando las respuestas en varios poemas.

Os doy las gracias por vuestros comentarios, que siempre me alegra encontrar y si os ha gustado me doy por satisfecha.

Hasta siempre y un gran beso para cada uno de vosotros.

Isabel

hanna dijo...

Hola Idella
Que bonito poema para un animal, hermoso y tierno compañero al que se llega a querer tanto. El mio es negro y tierno.
Un beso