miércoles, 23 de mayo de 2012

Abstracción


qué abstraída con todos mis recuerdos
reposo en el rincón del infortunio

es hora de callar

afuera del cristal todo florece

el jardín es de un verde exuberante
los parterres estallan de esplendor
y el murmullo del agua es sinfonía
que acompaña un trinar de ruiseñores
en la plácida tarde

mas llega a mis oídos sólo el canto del cisne

Idella Esteve
(27-7-07)

6 comentarios:

Rafael dijo...

"...Es hora de callar... más llega a mis oídos sólo el canto del cisne..."

Pequeño poema pero de una gran intensidad. Felicidades Isabel,
Rafael

Maritza dijo...

El último canto antes de morir...

He vivido lo que nos cuenta la hablante... Y es increíble que ante la maravillosa naturaleza que se nos regala,afuera, exhuberante como ella sola, nada aspira el ser, porque ya no a aspira a nada...absolutamente absorto en lo suyo.
Momentos delicados en donde nuestra alma necesita imperiosamente ser acunada.
Yo le envío a esta mujer unos abrazos grandes, cálidos, contenedores,sin decir palabras, para soportar estas horas, como si ella existiera, como si ella estuviera aquí conmigo...

Abrazos grandes también para ti, amiga.
Y que tengas un hermoso día, adentro y afuera.
Besos!

Joaquín Galán dijo...

Me gusta el contraste entre la alegría de la estación y la tristeza del poeta.Es difícil ver la vida tras la ventana cuando en el corazón solo hay tinieblas.

Un placer Idella,como siempre.

Idella Esteve dijo...

Querido Rafael:

Muchísimas gracias por tu felicitación. Ahora oigo alguna cosita más que el canto del cisne ;-)

Un beso,

Isabel

Idella Esteve dijo...

Querida Maritza:

Y yo recojo tus abrazo, tus palabras y toda tu sensibilidad, que es grande. Demuestras una empatía enorme, amiga mía.

Intentaremos ser más felices dentro y fuera del cristal.

Un beso enorme,

Isabel

Idella Esteve dijo...

Hola, Jerónimo:

El placer es siempre mío cuando me visitas y me dejas un comentario.

La vida se compone de alegrías y tristeza y a veces solo oímos ese canto del cisne.

Un beso