sábado, 4 de febrero de 2012

Al borde de la fosa


A veces la piedad es tan amarga
que sientes que tu alma condesciende.
Has de reconocer que te han vencido
y que al cabo no vale la razón.

Ya no importan motivos que, por viejos,
se nos han ido ajando poco a poco;
de la rabia menguada nada queda
dando paso al sentir anestesiado.

Al borde de la fosa, la empatía,
las ganas de olvidar y los perdones.

Idella Esteve
(11-7-06)

4 comentarios:

Rafael dijo...

He leído los tres poemas que has subido esta noche y que pertenecen a ese año 2006 ya lejano en el tiempo y cercano en el recuerdo, (también para mi).
Comparto estos versos plenamente y al leerlos he creído verme reflejado en ellos, en una circunstancia ya pasado y precisamente también cercana a ese año que tanto me ha llamado la atención.
Poema fuerte y directo en unos versos irregulares, pero con mensaje claro y al final esa nota de esperanza en "...las ganas de olvidar y los perdones..."
Un abrazo en la noche,
Rafael

Idella Esteve dijo...

Ocurre que esta persona que falleció no se portó del todo bien conmigo en vida. Pero, ya ves lo que son las cosas: en sus últimos días solamente me reconocía a mí y me cogía las manos y me sonreía.

Para mí fue muy curioso darme cuenta en en su entierro ya no le guardaba rencor y que sentí verdadera pena por su ausencia.

A veces no me reconozco.


Un beso

Rafael dijo...

Gracias por dejarme ver un poquito de tu alma. Hay en ella poesía, sensibilidad y la huella de una persona buena y noble.
A pesar del pasado no debemos odiar ni guardar rencor a nadie. Yo no sé hacerlo y he tenido motivos para ello. Al final me ha pasado como a ti, que ni yo mismo me he reconocido por mis actos.
Un beso en la noche,
Rafael

Idella Esteve dijo...

No siempre he podido superar el rencor pero en este caso lo hice: se trataba de la madre de mi marido, de la abuela de mis hijos y me esforcé en que sobresalieran sus cosas buenas, que también las tenía.
Quedé en paz con ella y conmigo.

Un beso.