Amor que vienes de lejos
y paras en la ribera
del destino,
negro, como los vencejos,
sólo un momento en la espera
del camino.
Sin importarte el paisaje,
dispuesto a continuar
enseguida,
no buscas un hospedaje
donde poderte albergar
en tu huída.
Estás de vuelta de todo
dispuesto para morir
al instante
que encuentres en un recodo
trabas a tu devenir
caminante.
Involúcrate un momento,
no pienses en el dolor
de la entrega,
libera tu sentimiento
que el espacio ensoñador
siempre llega.
No guardes para un mañana
todo lo que puedas dar
este día;
la mezquindad es insana
y es el no querer actuar
cobardía.
Idella Esteve
(22-11-08)
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2 comentarios:
Linda copla también rescatada. Cinco estrofas con un sello diferente y unido en ese fondo, en el que subyace el amor.
Un abrazo en la noche.
Rafael
No sé por qué me ha dado por rescatar versos de hace unos años, quizás porque estoy un poco en stand by. Me paré en estas coplas manriqueñas por variar un poco el ritmo.
Amor, desamor ... dan para mucho.
Gracias por tu visita.
Un beso
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