sábado, 4 de febrero de 2012

Desesperanza


Un blanco de papel, esa es tu cara
un amarillo infesto en las pupilas
un cárdeno besar con que aniquilas
todo el manar que alberga mi alfaguara.

Las experiencias que escondiera, avara,
no fueron sólo meras retahílas
ocultas en el bies de mis pupilas:
dejaron en mi espíritu una escara.

Y hay nieve ya en mi cumbre, final tedio,
sin sentimientos gratos que la fundan.
Es un duro glacial indestructible.

Me siento un alma en pena, sin remedio,
sólo las depresiones me circundan
en este mundo insano, aborrecible.

Idella Esteve
(10-9-06)

2 comentarios:

Rafael dijo...

Lo siento, pero también me identifico con estos versos. Sé que no son míos, pero al leerlos, no puedo sino revivir el pasado, de la misma manera que tuve que evitar mis poemas de unas fechas para no ver en ellos todo lo que mi alma depositaba en el cuaderno.
En aquella época llegué a cuestionarme si la poesía era así y si así nacía la verdadera poesía.
También a mi hubo alguien que me animó a que no abandonara y siguiera escribiendo... Y aquí sigo.
Soneto perfectamente armado con rima y ritmo perfectos, pero insisto en la importancia de su contenido, y a la vez de trazar ese mensaje en los catorce versos del soneto.
Un abrazo en la noche,
Rafael

Idella Esteve dijo...

Gracias siempre, Rafael, por tus palabras.

Creo que los mmentos de desesperanza son muy comunes entre los seres humanos y es fácil identificarse con ellos.

Me alegra mucho que te gusten mis sonetos.

Un beso.